jueves, 20 de marzo de 2008

NUESTRO CRECIMIENTO Y DESARROLLO...

Nuestro crecimiento y desarrollo…
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Bendiciones,
Enio

Meditación Diaria

por RITCHIE PUGLIESE

MADURAR
1 CORINTIOS 3:1 De manera que yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a niños en Cristo.

Dios nos rescató del reino de las tinieblas, cuando nos convertimos a Cristo, para crecer, madurar en la fe, y por cierto, para tener la vida eterna.

La vida del cristiano debe caracterizarse por el crecimiento y desarrollo espiritual. Alguien definió la vida cristiana en tres etapas: Niñez, juventud y el tiempo de madurez para llegar a ser padres espirituales. Cada etapa necesita ser vivida para luego avanzar a la siguiente.

El problema con la niñez espiritual, (la cual la Biblia define como carnalidad), es que, si permanecemos mucho tiempo estacionados en ella, sin corregir aquellas cosas que al Señor no le agradan, nos perderemos la bendición del crecimiento. Una cosa es hacer acciones típicas de niño cuando uno es niño, pero si uno ya debiera vivir como un adulto pero todavía hace cosas de niño, nos daremos cuenta que algo anda mal.

En la vida cristiana sucede lo mismo: Dios nos ha llamado a madurar, a que dejemos el lenguaje de niños espirituales contaminado con el chisme, la queja, la mentira, la calumnia, las iras y peleas, por un lenguaje lleno del Espíritu Santo; a que dejemos actitudes de niños como el guardar rencor, no perdonar, por un corazón perdonador que bendice aún a sus enemigos.

La niñez espiritual ha sido diseñada por Dios para que sólo sea un escalón hacia la madurez y el crecimiento espiritual. Tú, ¿te has quedado estacionado en la niñez espiritual o estás avanzando hacia la madurez?

CONFESION DE FE:
AVANZO HACIA LA MADUREZ ESPIRITUAL POR LA GRACIA DE CRISTO.
ORACION:
Perdóname, Señor, por haberme quedado estacionado más de la cuenta en la niñez espiritual. Ayúdame a crecer en tu Camino para que pueda alcanzar nuevos niveles de fe y madurez espiritual. Te lo pido en el nombre de Cristo, amén.

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