¿Tienes sed?
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Bendiciones,
Enio
MEDITACIÓN Diaria
SED DE AGUA
VIVA…
JUAN 4 14 "Dijo Jesús: "... pero el que beba del agua que yo le daré, no
tendrá sed jamás. Más bien, el agua que yo le daré será en él una fuente de
agua que fluya para vida eterna"."
Hace unos cuantos años, el Rey de Arabia decidió convertir la ciudad
de Dubái en la meca del turismo. Uno de sus proyectos fue crear islas... islas
donde se construirían casas, edificios de apartamentos, y hoteles... las
mejores casas, los mejores apartamentos, y los mejores hoteles que el dinero
pudiera comprar. Palm Island, una de esas islas, ya está terminada. Quienes han
comprado allí casas han pagado precios exorbitantes por éllas. Algunas de las
más baratas se vendieron por un millón y medio de dólares, mientras que algunas
de las mejores llegaron hasta los 10 millones de dólares. Es claro que esos
fueron los precios cuando recién comenzaron a venderse. Desde entonces, debido
a la inflación, los mismos han subido considerablemente.
A pesar de los costos altos, los habitantes se han encontrado con un
problema en las cañerías que comenzó cuando uno de los caños de agua comenzó a
perder. Poco a poco todos los caños comenzaron a perder, y muy pronto no hubo una
sola pileta, ducha, o toilette en la isla que funcionara. El problema se
prolongó por varios días. Finalmente, una persona dijo: "No importa cuánto
uno paga por su casa; si no se tiene agua, no sirve para nada".
Jesús le dijo algo parecido a la mujer Samaritana que estaba junto al
pozo de agua. Refiriéndose a la sed espiritual de la humanidad, El le dijo que
el agua que ÉL daba la podía saciar completa y eternamente.
¿Qué es la sed espiritual? ¿Es el deseo que todo hombre tiene en
su corazón de ser liberado de sus pecados... es la esperanza de encontrar
paz... Es la añoranza de saber que, cuando su vida en este mundo termine, le
esperará el cielo y no el infierno. Jesús vino a este mundo para que nuestra sed
pudiera ser saciada. Aquí ÉL vivió una vida perfecta, resistió todas las
tentaciones, y cargó sobre sí nuestros pecados, llevándolos consigo a la cruz.
Con Su muerte y Su resurrección, ÉL nos mostró que ni siquiera la muerte nos
puede robar el agua viva que nos da la fe a través del Espíritu Santo.
No, no importa cuánto tenemos o en qué casa vivimos. Sin Jesús, la sed
de agua viva nunca es saciada; en cambio con ÉL, con Su agua viva, nuestra sed
espiritual es saciada y nuestra alma es salvada.
ORACIÓN: Señor, te doy gracias por todas
las bendiciones que me das a diario, pero reconozco que ninguna de éllas es
importante si no tengo a Jesucristo como el Salvador de mi vida. Mantenme firme
en la fe. En el nombre de Jesús. Amén.