viernes, 1 de agosto de 2014

¿TENGO UN GRAN DIOS O UN GRAN PROBLEMA?

DIOS es la solución
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Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria  
¿TENGO UN GRAN DIOS O UN GRAN PROBLEMA?
SALMOS 25:15 “Mis ojos están puestos siempre en el Señor, pues sólo El puede sacarme de la trampa.”
Ciertos animales fueron creados con la capacidad de librarse de sus depredadores mediante mecanismos de defensa que los hacen ver más grandes de lo que realmente son. Algunos peces logran inflar su cuerpo haciéndose más grande que lo que el depredador puede capturar con su boca. Algunos lagartos y ciertas serpientes extienden la piel alrededor de su cuello para simular que son más grandes o más agresivos y así espantar al atacante. Otros peces se agrupan en bancos o escuelas para simular que son un organismo más grande que el depredador.
Lo mismo ocurre con muchos de los problemas que nos toca enfrentar en esta vida. Los problemas que nos agobian usualmente son más pequeños de lo que parecen ser, pero como no podemos darnos cuenta a primera vista de esta realidad somos presa del temor. Antes los inconvenientes estamos acostumbrados a reaccionar en defensa propia y la preocupación forma parte del mecanismo que utilizamos para adaptarnos a una crisis. Al igual que estos animales que simulan ser mayores de lo que realmente son, los problemas se presentan ante nosotros como enormes e infranqueables.
Dice la palabra en Marcos 11:23-24 “De cierto os digo que cualquiera que diga a esa montaña: “Quítate y arrójate en el mar”, y no duda en su corazón, sino que cree que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho. Por tanto, os digo que todo lo que pidáis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá.”  Las montañas vienen a ser los problemas y circunstancias de la vida que enfrentamos cada día.
El Señor Jesucristo nos manda a poner nuestras confianzas en ÉL y no en el problema, porque DIOS es más grande que nuestras situaciones. Lo que es imposible para el hombre es posible para el Señor. La solución, pues, para nosotros radica en no enfocarnos en el problema sino en Quién es capaz de sacarnos del problema. Como hijos de DIOS podemos acudir a nuestro Padre Celestial para pedirle Su protección y rescate y ÉL como buen Padre, nos escuchará y nos salvará de la trampa.
No perdamos nuestro tiempo y nuestras energías combatiendo los problemas con nuestro propio esfuerzo. Coloquemos la mirada en el sitio correcto, en el rostro de nuestro Salvador y Señor Jesucristo. Tan pronto nuestra mirada esté centrada en ÉL, los problemas pasarán a un segundo plano y dejarán de lucir tan fieros como antes lo hacían.
DIOS es la solución a cualquier clase de problema, es nuestro Creador, de tal manera que no puede haber nada que sea superior a ÉL. Con toda confianza llevemos nuestras dificultades y contratiempos “al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro." ¡Sólo a DIOS sea la gloria!
ORACIÓN: Mi Padre Amado, ¡cuántas veces mi confianza en Ti se ha visto afectada por circunstancias externas! Te ruego me perdones y me ayudes a enfocarme cada día más en lo que Tú me dices en Tu Palabra, a confiar plenamente en Ti aún en la más difícil de las situaciones. Aumenta mi fe, Señor, y ayúdame a obedecerte para que Tú muevas las circunstancias y soluciones de mis problemas. En el nombre de Jesús, amén.


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