Aunque ande en valle de sombra y de muerte…
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Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
CUANDO TUS AMIGOS TE
ABANDONAN
SALMOS 27:10
“Aunque mi padre y mi madre me
abandonen, el Señor me recibirá en sus brazos”.
El sentimiento de abandono y soledad es una emoción
muy poderosa. Fácilmente puede llevar a una persona a la desesperación y muchas
veces a un estado depresivo. Sin embargo también puede abrir una puerta al
cielo. Depende de cómo esa persona reaccione ante su situación.
Por regla general, al ser humano le afecta la
soledad. DIOS ha estado siempre consciente de ésto. Por éso, después de crear a
Adán, dijo: “No
es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él.”
Entonces creó a Eva. Y, aunque muchos se enfocan principalmente en la necesidad
sexual del hombre como la razón que tuvo DIOS para crear la mujer, lo cierto es
que DIOS siempre ha considerado una prioridad en sus planes el que sus hijos
vivan en comunión unos con otros, acompañándose mutuamente, ayudándose y
soportándose unos a otros.
DIOS mismo mantenía una íntima comunión con el
hombre, hasta que el pecado los separó. Desde entonces, hemos tratado de
encontrar esa íntima relación que se perdió en el Edén. Comenzamos esta
peregrinación buscando buenas relaciones con otras personas. Y muchas veces lo
logramos, pero no podemos estar completamente seguros de que va a ser una
relación duradera. No es precisamente la fidelidad uno de los atributos de los
seres humanos. Todo lo contrario, nuestra fidelidad tiende a depender de las
circunstancias y por eso es muy volátil.
En las horas más difíciles de Su vida, allí en el
huerto de Getsemaní, a sólo unas horas de su muerte en la cruz, Jesús buscó la
compañía de algunos de Sus más íntimos discípulos. Dice la Biblia que “tomando a Pedro, y
a los dos hijos de Zebedeo, comenzó a entristecerse y a angustiarse en gran
manera. Entonces Jesús les dijo: Mi alma está muy triste, hasta la muerte;
quedaos aquí, y velad conmigo.” (Mateo 26:37-38). Sin embargo apenas unas horas después,
llenos de temor, “todos
los discípulos, dejándole, huyeron.”
En el pasaje de hoy, el apóstol Pablo escribe a su
hijo espiritual Timoteo, y comparte con él su tristeza al encontrarse sólo y
abandonado por sus amigos. Por eso le pide que venga a verlo lo más pronto
posible. Al Señor le agrada que sus hijos vivamos en comunión unos con otros.
Debemos procurar siempre tener una buena relación
con todos en la familia de DIOS, así como con nuestras amistades y todos los
que nos rodean, pero debemos siempre recordar que nuestra principal comunión
debe ser con DIOS. Pablo continúa diciendo en su carta: “En mi primera defensa ninguno estuvo a mi
lado, sino que todos me desampararon; no les sea tomado en cuenta. Pero el
Señor estuvo a mi lado, y me dio fuerzas, para que por mí fuese cumplida la
predicación, y que todos los gentiles oyesen.”
Nuestro Padre celestial es el Único que puede
brindarnos la seguridad absoluta de que nunca nos abandonará, cualesquiera que
fuesen las circunstancias.
Muchas veces DIOS permite que pasemos por períodos
de soledad. Desiertos en nuestras vidas en los que no tenemos a nadie a quien
acudir en un momento de necesidad. Esas duras experiencias tienen un propósito:
traernos al punto donde podemos descubrir por nosotros mismos que DIOS es real
y es fiel, y siempre está cerca.
Cualquiera que sea la situación, siempre podremos
aferrarnos a esta preciosa promesa de nuestro Padre Celestial: "No te
desampararé, ni te dejaré." (Hebreos 13:5). DIOS es nuestro buen Pastor y siempre
tiene cuidado de nosotros.
ORACIÓN: Amante Padre, gracias por Tu fidelidad, y por Tu
compañía, y porque siempre podemos contar con Tu cuidado y Tu apoyo. Ayúdame a
estar consciente de Tu presencia y de que nunca estoy totalmente sólo aunque
todos me hayan abandonado. En el nombre de Jesús, amén.
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