Dios está contigo,
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Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
PAZ
EN LA TORMENTA
FILIPENSES 4:6-7 “No se preocupen por nada. Que sus
peticiones sean conocidas delante de DIOS en toda oración y ruego, con acción
de gracias, Y que la paz de DIOS, que sobrepasa todo entendimiento,
guarde sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús.”
Jesús entró en la barca
junto con Sus discípulos para cruzar el Mar de Galilea. El agua estaba calmada
y quieta y pronto ÉL se durmió. Sin embargo, una tormenta comenzó a avecinarse,
y debió haberse sentido como que era la madre de todas las tormentas. Por
cuanto los discípulos no estaban seguros si lograrían sobrevivir a élla. Los
vencieron sentimientos de angustia y temor, y corrieron al Señor, despertándolo
de su Su sueño: «Maestro, ¿no te importa que perezcamos?»
¿Alguna vez has tenido
ese tipo de experiencia? Tal vez te encontrabas en circunstancias pacíficas y
luego, una inesperada llamada telefónica trae una rugiente tormenta a tu vida,
que amenaza con abrumarte y envolverte. Y cuando oras, parece como si el Señor
estuviera dormido. Luego, cuando la tormenta se pone peor, comienzas a entrar
en pánico. Así es como los discípulos se sintieron. Pero cuando Jesús se levantó,
le habló al viento y a las olas. Con una simple palabra aquietó las aguas. Los
hijos de Israel entraron en pánico cuando enfrentaron el Mar Rojo. Los
discípulos entraron en pánico cuando enfrentaron el Mar de Galilea.
¿Cuáles son las aguas
rugientes en tu vida? ¿Qué te está causando pánico? ¿Has olvidado acaso que
tienes un Salvador a quien realmente le importas? Puede que estés pensando,
¿Por qué no aquieta mis aguas? He aquí una noticia realmente buena: Él
aquietará tus aguas. Pero sólo en el momento indicado. Puede que te mojes.
Puede que incluso te empapes, pero DIOS te ayudará.
Hace años, Martyn
Lloyd-Jones comentó que en muchas circunstancias de la vida, la fe es una
negación al pánico. Cuando los sentimientos de angustia nos atrapan en sus
garras podemos recordar esta verdad… creer
que Jesús lo tiene todo bajo Su control.
Luego de calmar la
tormenta, Jesús miró a los discípulos y preguntó, «¿Dónde está su fe?» Puede
que sientas que no tienes mucha fe. Está bien. DIOS lo sabe y no te ha
olvidado. Él aquietará tu tormenta cuando llegue el momento indicado.
ORACIÓN: Gracias DIOS porque Tú conoces cuáles son las aguas
que han entrado en mi vida, amenazándome con hacerme naufragar. Solo Tú tienes
el poder de aquietarlas y traer a mi vida la paz y darme la absoluta seguridad
de que estás en control de todo cuanto sucede en mi vida. En Cristo Jesús, amen!!
RECUERDA:
NO
ESTÁS SOLO, DIOS ESTÁ CONTIGO,
RECIBE
HOY SU PAZ EN MEDIO DE ESA TORMENTA
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