¿Cómo
reacciono?
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esta meditación.
Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
¿CÓMO REACCIONAS CUANDO
TE REPRENDEN?
PROVERBIOS 19:25 “Golpea al insolente, y se
hará prudente el inexperto; reprende al entendido, y ganará en conocimiento.”
Cuando somos objeto de una reprensión, tenemos dos
maneras de tratar el asunto. La primera es respondiendo con necedad, negando la
propia responsabilidad, auto conmiserándonos por el dolor sufrido y mintiendo
descaradamente al no querer aceptar que la reprensión ha sido justa y
necesaria. La otra manera de tratar el asunto es aceptando la responsabilidad
por lo ocurrido, reconociendo el valor de la reprensión, actuando con madurez y
asumiendo el propósito de cambiar para no volver a caer en la falta que originó
que nos reprendieran.
¿De qué manera reaccionas ante una reprensión? Mucho
de tu respuesta dependerá de tu actitud prevalente. Si eres una persona
orgullosa reaccionarás con violencia y odio y nunca aceptarás que te merecías
esa reprensión. Si por el contrario eres una persona humilde lo más probable es
que sientas una sensación de incomodidad pero no lo suficientemente fuerte como
para no aceptar que el llamado de atención ha sido razonable.
Una persona orgullosa cuando es reprendida se torna
más orgullosa e intolerante. El que es humilde de corazón acepta el regaño
porque sabe que lo ayudará a crecer en madurez espiritual.
Todos cometemos errores. Aún los que son
perfeccionistas los cometen, así que no debemos alterarnos cuando alguien nos
indica que no estamos actuando correctamente en una situación determinada. Las
correcciones son siempre necesarias porque siempre hay una mejor manera de
hacer las cosas. El sabio comprende esto y por eso acepta de buena gana que se
le llame la atención cuando la situación lo amerite.
Reconozcamos, pues, aquellas situaciones en nuestra
vida que han derivado de una corrección de parte de nuestro PADRE Celestial.
Hagamos los ajustes a que haya lugar y sigamos adelante por la recta senda que
ÉL nos ha preparado y por donde siempre debemos andar. ¡Sólo a DIOS sea la
gloria!
OREMOS: Gracias PADRE Celestial por el nuevo día que me
das y por las bendiciones que recibo y reciben mis seres queridos. Señor te
pido que quites de mí ese orgullo que me domina y me ayudes a reaccionar como
una persona humilde que quiere agradarte y hacer Tu voluntad. En el nombre y
amor de Cristo, amén.
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