miércoles, 31 de mayo de 2017

UN CORAZÓN AGRADECIDO

Cuando DIOS permite pruebas en tu vida y tú le das gracias por Sus propósitos…
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Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
UN CORAZÓN AGRADECIDO
SALMOS 92:1,2  “Bueno es alabarte, oh Señor,
y cantar salmos a tu nombre, oh Altísimo. 
Anunciar por la mañana tu misericordia, y
tu fidelidad cada noche.”
         Uno de los desafíos más grandes que un cristiano encuentra en su vida es mantener un corazón genuinamente agradecido y que sinceramente alabe a DIOS, sobretodo en medio de los afanes y las dificultades que diariamente tenemos. 
         Hay ocasiones en las que resulta prácticamente imposible ver algo positivo, mucho menos encontrar una razón para dar gracias, especialmente cuando la enfermedad, el divorcio, la pérdida del trabajo o cualquier otra situación negativa se presenta ante tu vida.
         Sin embargo, 1ª de Tesalonicenses 5:18 dice: “Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de DIOS para con vosotros en Cristo Jesús.”  Es decir, la voluntad de DIOS es que demos gracias en todo. 
Pero, ¿cómo puede esperarse que seamos agradecidos cuando estamos sufriendo?
         En primer lugar, debemos recordar que DIOS está en control de todo.  ÉL lo sabe todo y tiene poder sobre todo.  Si ÉL ha permitido adversidad en tu vida, es por alguna razón, y si pones en el Señor tu confianza y tu amor, a la corta o a la larga, esa razón será para tu beneficio y bendición.  Dice Romanos 8:28: “Y sabemos que a los que aman a DIOS, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.” 
         Además, si miramos a nuestro alrededor y si mantenemos una actitud positiva, siempre encontraremos algo por lo cual dar gracias a DIOS.  De lo contrario, sólo seremos capaces de ver lo negativo.
         ¡Cuántas personas hay que tienen muy pocas posesiones, o incluso su salud no es buena, y sin embargo son felices, y siempre están sonriendo, porque tienen un corazón agradecido capaz de reconocer las bendiciones del Señor y darle gracias!  A DIOS le agrada esta actitud, y siempre la recompensa. 
         En Lucas capitulo 17, Jesús sanó a diez leprosos, pero sólo uno regresó, y se postró ante él para darle las gracias.  Entonces Jesús le dijo: “Levántate, vete; tu fe te ha salvado.” (Lucas 17:19).  No sólo fue aquel hombre sanado de su enfermedad, sino que su sentido del agradecimiento le llevó a recibir del Señor el regalo más precioso que un ser humano pueda recibir: la salvación de su alma.
         El pasaje de hoy nos exhorta a alabar a DIOS.  Dice que es bueno alabarle, y declarar Su misericordia y Su fidelidad, en la mañana y en la noche.  Es un modelo bíblico orar en la mañana agradecidos por la misericordia de DIOS, buscando protección y dirección para ese día, y orar por la noche dándole gracias a DIOS de corazón por lo que ÉL hizo durante el día. Debes hacer de ésto un hábito en tu vida, cualesquiera sean las circunstancias que te rodean.
         Cuando DIOS permite pruebas en tu vida y tú le das gracias por Sus propósitos, a pesar de no entenderlos, tú le estás diciendo al Señor que confías en ÉL y en los resultados.  Entonces la gratitud y la actitud estarán íntimamente unidas.  Desde luego, esto es totalmente imposible desde el punto de vista humano.  Nuestra naturaleza carnal sólo siente agradecimiento por los beneficios y bendiciones que recibe, en el momento que los recibe. 
         Esta característica se ha transmitido entre los seres humanos desde el principio, cuando Adán y Eva pecaron, precisamente por no ser agradecidos a DIOS, y desobedecieron cayendo en pecado por pensar primeramente en éllos mismos.  Así lo describe el apóstol Pablo en su carta a los romanos: "Pues habiendo conocido a DIOS, no le glorificaron como a DIOS, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido." (Romanos 1:21).
         Es necesario, pues, que conozcamos y mantengamos una íntima comunión con nuestro Padre Celestial de manera que su Santo Espíritu produzca en nosotros esa paz de DIOS que nos capacita para ser agradecidos en cualquier circunstancia, por fe en nuestro Señor.  Como dice Colosenses 3:15: “Y la paz de DIOS gobierne en vuestros corazones, a la que asimismo fuisteis llamados en un solo cuerpo; y sed agradecidos.”
OREMOS: Padre Santo, te pido perdón por mi ingratitud hacia Ti. Ayúdame a reconocer todas las bendiciones que diariamente recibo.  Llena mi corazón de Tu paz y capacítame para ser agradecido aún en momentos en que las cosas no estén marchando bien, sabiendo que Tus planes son siempre buenos y que éllos se llevarán a cabo en mi vida. Gracias, Señor.  En el nombre de Jesús, amén.


martes, 30 de mayo de 2017

EL REINO DEL "YO"

¿Quién manda a quién?
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Enio
Meditación Diaria
EL REINO DEL “YO”
2ª CORINTIOS 5:15  “y por todos murió, para que los que viven,
ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por éllos”.
         En 1997, Kevin Baugh, de 15 años, y un jovencito amigo decidieron crear su propio país, sólo para divertirse.  La República de Molossia comenzó cuando éllos dibujaron un mapa, crearon papel moneda e hicieron una bandera.  Actualmente, el Sr. Baugh continúa con su micro-nación tal como comenzó: sólo para divertirse.
         Cuando Colleen Mastony, reportera del periódico Chicago Tribune, recorrió el reino de poco más de 5.260 m2, en el desierto de Nevada, Baugh le aseguró que continuaba pagando impuestos al gobierno, a los cuales denominaba «ayuda exterior».  -«Es siempre en broma»-, admite Baugh. -«Lo hago por el simple placer y deleite de tener mi propio país»-.
         Muy pocas personas crearían su propia nación, pero todos tenemos un reino en nuestro corazón sobre el cual decidiremos quién gobernará y se sentará en el trono.
         El apóstol Pedro escribió: «Santificad a DIOS el Señor en vuestros corazones» (1ª Pedro 3:15).  «Santificar» significa “colocar a DIOS aparte para que sea el Señor, el Rey o Gobernante de nuestra vida.”  
         En el interior de cada uno de nosotros hay algo que anhela controlar nuestras vidas; quizá sea tan sólo un pequeño rincón donde declaramos nuestra independencia espiritual y sólo rendimos cuentas a nosotros mismos. 
         Sin embargo, la libertad verdadera llega cuando permitimos que CRISTO gobierne nuestros corazones, y cuando tomemos esta decisión, nuestros pies andarán en Sus caminos.
GÁLATAS 2:20  “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de DIOS, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí”.
OREMOS: Amado Padre, Tu Palabra dice que Cristo murió y resucitó para ser Señor de mi vida.  Por ésto, ayúdame a tomar la firme decisión de darle a ÉL, el control total de mi vida desde ahora y para siempre.  Anhelo que Jesucristo sea el único Rey de mi vida.  

En Su Nombre bendito ¡Así sea! ¡Amén!

lunes, 29 de mayo de 2017

UNA CONCIENCIA SEGURA

Te sorprenderás al descubrir lo que sucede cuando vemos la mano de DIOS en acción.
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Enio
Meditación Diaria
UNA CONCIENCIA SEGURA
Ministerios En Contacto
2ª REYES 6:15-17 “15 El criado que servía al varón de Dios se levantó de mañana y salió. Al ver que el ejército tenía sitiada la ciudad, con gente de a caballo y carros, dijo a Eliseo: — ¡Ah, señor mío! ¿Qué haremos?
16 Eliseo respondió: — No tengas miedo, porque más son los que están con nosotros que los que están con ellos.
17 Y oró Eliseo, diciendo: «Te ruego, Jehová, que abras sus ojos para que vea.» Jehová abrió entonces los ojos del criado, y éste vio que el monte estaba lleno de gente de a caballo y
de carros de fuego alrededor de Eliseo.
         Si alguien te pregunta si conoces a DIOS, sin duda exclamarás: “¡Por supuesto que sí! Voy a la iglesia, leo la Biblia y oro siempre. Conozco muy bien a DIOS”. Ahora, vayamos más allá: ¿Estás consciente de la presencia y la actividad de DIOS en tu vida cotidiana?
         Esta segunda pregunta se vuelve un poco más personal, ¿verdad? ¿En mi vida cotidiana? ¿Ahora mismo, todo el tiempo? A todos nos gustaría tener esa conciencia constante de la presencia de DIOS, pero es difícil. Cuando surgen dificultades y pruebas que no esperábamos, a menudo nos sentimos desconcertados y nos preguntamos “por qué nos ha abandonado el Señor.”
         En tiempos de dificultad, podemos orar más y por más tiempo. Rogamos la ayuda de DIOS, y clamamos: “¡Ayúdame, Señor! ¡Dame fuerzas!”. O quizás decimos: “Creo ésto” o “Puedo hacer esto”. ¿Te das cuenta del factor común aquí? Su enfoque está en tí. Aún durante la oración, podemos estar conscientes sólo de nosotros mismos, dejando al Señor fuera del asunto por completo.
         En ese punto, podemos descubrir que, en realidad, no estamos hablando con el PADRE en absoluto, sino con nosotros mismos. Tal vez estamos enfocados en el problema, y deseando tener la capacidad de manejarlo a nuestra manera. Podemos, en efecto, cegarnos por completo a la actividad de DIOS.
         Segunda de Reyes 6:15-17 nos da una imagen maravillosa de lo que puede suceder cuando nos quitamos la venda egocéntrica de los ojos y vemos la mano de DIOS en acción. Abre tus ojos. Como el siervo de Eliseo, te sorprenderás al descubrir la ayuda que DIOS ya te ha enviado.

OREMOS: Gracias Señor porque Tú siempre respondes a nuestras oraciones. Siempre estás a nuestro lado y presto ayudarnos y protegernos. Gracias Señor. En el nombre de Cristo, amén.  

domingo, 28 de mayo de 2017

¿DUDAS?... AQUÍ LA SOLUCIÓN

No dudo sino creo con fe en el Señor Jesucristo.
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Enio
Meditación Diaria
¿DUDAS?... AQUÍ LA SOLUCIÓN.
SANTIAGO 1:6-7   “... Pida con fe no dudando nada; porque el que duda, es semejante a la ola del mar que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otro.  No piense pues quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor”
         La palabra “fe”, se la utiliza mucho pero se la cree poco.  Con cualquiera que hablemos y le preguntemos “si tiene fe”, dirá con seguridad que sí la tiene “ya que lo importante es creer en algo...”.
         La verdadera fe es aquella que está puesta en el Señor Todopoderoso.  Con esa clase de fe, podemos alcanzar lo imposible pues DIOS está de nuestro lado. 
         Nuestro problema radica en mantenernos confiando y creyendo en el Señor.  Pareciera que nuestra fe no es estable y tiende a desaparecer cuando surgen las dificultades y los problemas. 
         Precisamente para enfrentar un mundo difícil y lleno de dificultades, ¡el Señor nos ha provisto la fe!  Esta fe sólo puede afirmarse y crecer en medio de las dificultades diarias.  Sin luchas no puede haber una fe estable. 
         Es por éso que nuestra fe es como la del pasaje de hoy: Parecida a las olas del mar que van de un lado al otro. La Biblia nos dice que esta clase de fe no consigue nunca nada.  La fe inestable impide el obrar del Señor.  DIOS siempre opera en un ambiente lleno de fe.  Esto parece inalcanzable pero no es así. 
         Con la ayuda del Señor podemos tener una fe estable, una fe que no duda, una fe que permanece firme en todo momento.
         Es tiempo que tú tomes las riendas del “caballo” de la duda y lo domes en el Nombre del Señor.  Se necesita el mismo esfuerzo para tener fe como para dudar, nada más que una (la fe) está del lado del Señor, y la otra (duda) está del lado del enemigo. 
         Renuncia a todo hábito de duda en tu vida y notarás que tu fe crecerá y permanecerá firme.  ¡Confía en el Señor, ÉL no Te fallará!

OREMOS: Anhelo llenar mi vida de Tu fe, oh Señor.  Rechazo de mi vida toda tendencia a la duda y crea en mí, por tu Espíritu Santo, una fe firme y estable.  Gracias Señor.  En el Nombre de Cristo Jesús, amén.

sábado, 27 de mayo de 2017

¿QUÉ QUIERES QUE TE HAGA?

La solución a tus problemas
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Enio
Meditación Diaria  
¿QUÉ QUIERES QUE TE HAGA?
MARCOS 10:46-52  “Jesús sana a Bartimeo el ciego
46 Llegaron a Jericó. Y cuando Jesús ya salía de la ciudad, seguido de sus discípulos y de mucha gente, un mendigo ciego llamado Bartimeo, hijo de Timeo, estaba sentado junto al camino. 47 Al oír que era Jesús de Nazaret, el ciego comenzó a gritar: — ¡Jesús, Hijo de David, ten compasión de mí!
48 Muchos lo reprendían para que se callara, pero él gritaba más todavía: — ¡Hijo de David, ten compasión de mí!
49 Entonces Jesús se detuvo, y dijo: — Llámenlo.
Llamaron al ciego, diciéndole: —Ánimo, levántate; te está llamando.
50 El ciego arrojó su capa, y dando un salto se acercó a Jesús, 51 que le preguntó: —¿Qué quieres que haga por ti?
El ciego le contestó: —Maestro, quiero recobrar la vista.
52 Jesús le dijo: —Puedes irte; por tu fe has sido sanado.
En aquel mismo instante el ciego recobró la vista, y siguió a Jesús por el camino.”
         El ciego Bartimeo tenía una gran necesidad, y sin duda él estaba consciente de cuál era su problema. Ciertamente la necesidad de Bartimeo era muy obvia, pero hay muchas personas que se resisten a aceptar que tienen un problema o simplemente no están conscientes de que lo tienen, y atribuyen la mala situación en que se encuentran a otras causas que probablemente no tengan la más mínima relación con su verdadero problema. 
         El primer paso para resolver un problema siempre es estar consciente de la existencia de ese problema.
         El segundo paso es acudir a quien puede resolver el problema.      Con seguridad Bartimeo había oído hablar de Jesús, de Su poder de sanidad, de Sus milagros, de Su amor y Su compasión por los necesitados, y en su corazón él sabía que aquel hombre podía sanarlo.  Sin lugar a dudas en la mente de Bartimeo no había solamente un deseo vago, nebuloso o sentimental de acercarse a Jesús. Había en él una decisión de vida o muerte. Una necesidad desesperada de obtener del Señor lo que sólo ÉL podía darle. ¿Es así como buscas a DIOS en tu necesidad?  
         Entonces Jesús se detuvo y mandó que lo trajeran a ÉL. Generalmente no faltan los obstáculos y las dificultades cuando necesitamos acercarnos al Señor. En esta ocasión, Bartimeo se encontró primero con la oposición de aquellos que lo mandaron a callar. Después, la capa que le impedía moverse con facilidad la arrojó a un lado, y ni su propia ceguera fue impedimento para que llegara prontamente al lado de Jesús.
         Entonces Jesús le preguntó a Bartimeo: “¿Qué quieres que te haga?”  Esta pregunta refleja absoluta y total seguridad de que el Señor puede resolver cualquier problema o suplir cualquier necesidad por imposible que sea para nosotros. No sólo Bartimeo recobró su vista, sino que además obtuvo algo mucho más importante: la salvación de su alma por medio de su fe.
         Y es ésta la manera en que DIOS obra en nuestras vidas cuando confiamos en ÉL y venimos a ÉL en busca de ayuda. Siempre nos da más de lo que pedimos o de lo que merecemos.   
No importa cuál es tu necesidad, no importa cuán grande es tu problema, no importa si te han dicho que no existe una solución. El DIOS que todo lo puede está dispuesto a ayudarte, a sostenerte, a fortalecerte, a sacarte del pozo donde te encuentras por hondo que éste sea.
Sólo tienes que venir a ÉL, confiando plenamente que ÉL puede ayudarte. “Acércate sin temor, confiadamente, al trono de la gracia donde alcanzarás misericordia y hallarás gracia para el oportuno socorro.” (Hebreos 4:16).
OREMOS: Padre Santo, te ruego aumentes mi fe, para poder yo desarrollar una actitud como la de Bartimeo, echando a un lado todos los obstáculos e impedimentos que el enemigo pueda poner entre Tú y yo, y así acercarme confiadamente a Tu trono de gracia en busca de ese socorro que tanto necesito, y que sólo Tú puedes darme.
En el nombre de Jesús, amén.




viernes, 26 de mayo de 2017

¿TE PARECE MUY GRANDE TU PROBLEMA?

Todas las cosas son posibles para DIOS.
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Enio
Meditación Diaria
¿TE PARECE MUY GRANDE TU PROBLEMA? 
MARCOS 10:27  “Entonces Jesús, mirándolos, dijo: --Para los hombres es imposible, pero no para DIOS, porque todas las cosas son posibles para DIOS”.
         La lectura de hoy, nos narra los momentos que precedieron a uno de los acontecimientos bíblicos más conocidos: la pelea entre David, un jovencito judío pastor de ovejas cuyo armamento se limitaba a una simple honda y algunas piedras, y Goliat, un enorme gigante filisteo, experimentado guerrero, armado hasta los dientes.
         David había llegado al campamento del ejército de Israel con el fin de traer un encargo de su padre para sus hermanos mayores.  Allí se enteró que este gigante filisteo estaba retando a que saliera un hombre de entre los israelitas para que peleara con él.  Entonces David se ofreció como voluntario para pelear contra el gigante. 
         Sin duda, la situación en la que se encontraba David era sumamente difícil.  Desde el punto de vista humano, las posibilidades de éxito eran prácticamente nulas. 
         Sin embargo, lo primero que hizo David fue recordar y declarar las maravillas que DIOS había hecho en su vida y las veces que lo había librado de circunstancias sumamente difíciles; y en esos recuerdos basaba su fe y su confianza en la victoria.  De esta manera se enfrentó David al gigante Goliat.
         Dice el versículo 45 de este mismo capítulo:  «David le contestó: —Tú vienes contra mí con espada, lanza y jabalina, pero yo vengo a ti en el nombre del Señor Todopoderoso, el DIOS de los ejércitos de Israel, a los que has desafiado.  Hoy mismo el Señor te entregará en mis manos; y yo te mataré y te cortaré la cabeza».  
         Y a los pocos minutos, aquel gigantón yacía a los pies del joven pastor de ovejas; no por sus fuerzas, sino por la fuerza y el poder del DIOS Todopoderoso.
         Muchas veces nos encontramos en medio de circunstancias tan difíciles que no vemos la más mínima solución. 
         Quizás hoy tú te encuentres en una de esas situaciones, ya sea en el aspecto económico, o en lo relativo a la salud, o a las relaciones familiares, o en tu centro de trabajo, etc., etc. 
         Y probablemente, el enemigo te esté sugiriendo de alguna manera que no hay forma de que puedas resolver tu problema, así como Saúl trató de convencer a David de que era totalmente imposible que él pudiera vencer a Goliat. 
         Cuando nos encontramos en situaciones difíciles, y no recibimos una inmediata respuesta de DIOS a nuestras oraciones, es muy fácil que nos olvidemos de todas las veces en que el Señor nos ha ayudado en el pasado y comencemos a dudar de ÉL y a quejarnos de Su “demora” en actuar.
         Piensa un momento en todo lo que DIOS ha hecho en tu vida, en las situaciones de las cuales te ha librado en el pasado. ¿Crees que ahora el Señor te abandonará? 
         ¡Por supuesto que no!  ÉL ha prometido estar contigo todos los días hasta el fin del mundo (Mateo 28:20). 
         No importa cuán grande te parezca tu problema, DIOS es infinitamente más grande que él.  Así como David se enfrentó al enorme gigante, enfréntate a ese problema sin temor, en el nombre del Señor, y la victoria será tuya.
OREMOS: Padre mío, hoy pongo delante de Tu trono de gracia esta situación que para mí es imposible de resolver. Gracias por recordarme que no hay DIOS tan grande como Tú, y confío que Tu poder es mayor que todos mis problemas. En el nombre de Jesús, amén.
LECTURA BIBLICA: 1ª Samuel 17:32-37
32 Entonces David le dijo a Saúl: -¡Nadie tiene por qué desanimarse a causa de este filisteo! Yo mismo iré a pelear contra él.
33 —¡Cómo vas a pelear tú solo contra este filisteo! —replicó Saúl—. No eres más que un muchacho, mientras que él ha sido un guerrero toda la vida.

34 David le respondió: -A mí me toca cuidar el rebaño de mi padre.  Cuando un león o un oso viene y se lleva una oveja del rebaño,35 yo lo persigo y lo golpeo hasta que suelta la presa. Y si el animal me ataca, lo sigo golpeando hasta matarlo. 36 Si este siervo de Su Majestad ha matado leones y osos, lo mismo puede hacer con ese filisteo pagano, porque está desafiando al ejército del DIOS viviente.  37 El Señor, que me libró de las garras del león y del oso, también me librará del poder de ese filisteo.   —Anda, pues —dijo Saúl—, y que el Señor te acompañe.   

jueves, 25 de mayo de 2017

¿ESTÁS PASANDO POR UN MAL MOMENTO?

¿Estás pasando por un mal momento? No pierdas la fe.
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Enio
Meditación Diaria
¿ESTÁS PASANDO POR UN MAL MOMENTO?
ROMANOS 8:28 “Y sabemos que para los que aman a DIOS, todas las cosas colaboran para bien, esto es, para los que son llamados conforme a su propósito”.
           Un día, zarpó un barco a alta mar, iban 20 hombres.  Era un viaje de 50 días y entre éllos se encontraba un fiel cristiano, un marinerito de quien todos en la tripulación se burlaban.  Una noche estalló el cuarto de máquinas y se hundió el barco.  Sólo el fiel cristiano sobrevivió al naufragio.
           El único sobreviviente del naufragio quedó en una pequeña isla desierta.  Estaba orando fervientemente, pidiendo a DIOS que lo rescatara.  Todos los días revisaba el horizonte buscando ayuda, pero ésta nunca llegaba. Ya cansado, eventualmente empezó a construir una pequeña cabaña para protegerse y proteger sus pocas posesiones.
           Un día se fue a pescar y regresó corriendo al ver que se quemaba su choza y no pudo salvar nada.  Después de haber perdido todo, anduvo vagando en la isla como sonámbulo, ya sin esperanza. 
           El náufrago estaba confundido y enojado con DIOS y llorando le decía: -“¿Cómo pudiste hacerme esto?”-... y se quedó dormido sobre la playa.
           Temprano a la mañana siguiente, escuchó asombrado la sirena de un buque que se acercaba a la isla. ¡Venían a rescatarlo!  Al encontrarse con sus salvadores les preguntó: -“¿Cómo sabían que yo estaba aquí?”-. Y éllos le respondieron: -“Vimos las señales de humo que nos hiciste...”-
         Es normal enojarse cuando las cosas van mal, pero por éllo no debemos perder la fe en DIOS, porque ÉL está trabajando en nuestras vidas en medio de las penas y el sufrimiento, siempre ayudándonos al crecimiento espiritual y a tener más fe en ÉL.
Recuerda la próxima vez que tu “pequeña choza” se queme…no pierdas la fe.  Puede ser simplemente una señal de humo que surge de la GRACIA DE DIOS. 
Por todas las cosas negativas que nos pasan, siempre debemos decirnos a nosotros mismos:  ¡DIOS TIENE SIEMPRE UNA RESPUESTA POSITIVA PARA TODAS LAS COSAS NEGATIVAS!
OREMOS: Señor, perdóname si dudo y me desanimo cuando me encuentro en problemas que por más que quiero solucionarlos no encuentro solución, olvidándome de que Tú lo puedes todo y de que siempre estás para ayudarme.  Gracias Señor y ayúdame a buscar Tu auxilio y protección.  En Tu Santo Nombre, amén.


miércoles, 24 de mayo de 2017

¿POR QUÉ SIGUE DIOS HABLANDO?

Conoceremos más íntimamente y comprenderemos a nuestro Padre Celestial cuando aprendemos a escucharle.
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Enio
Meditación Diaria
¿POR QUÉ SIGUE DIOS HABLANDO?
Por Charles Stanley
ISAIAS 30:21 Y si te desvías a la derecha o a la izquierda, oirás una voz detrás de ti, que te dirá:
"Por aquí es el camino, vayan por aquí."
         Siendo toda la Biblia la Palabra de DIOS, algunos creyentes se preguntan ¿por qué razón desea aún el Señor hablarnos personalmente? 
         Por varias razones:
         1º.- El Señor quiere comunicarse hoy, porque ÉL nos ama tanto como amaba a Sus hijos en los tiempos bíblicos.  Su deseo de tener compañerismo y conversar directamente con nosotros es tan fuerte como en los días que hablaba con Abraham, Moisés y los apóstoles.
         2º.- DIOS se sigue comunicando, porque tenemos necesidad de que ÉL guíe nuestras vidas de una manera clara y concreta.  En la Biblia vemos cómo el Señor daba instrucciones específicas a sus siervos.  Nosotros, muchas veces, no nos damos cuenta de que seguimos necesitando Sus instrucciones.
3º.- DIOS habla, porque ÉL sabe que necesitamos de Su seguridad y consuelo hoy, al igual que los santos de los tiempos de la Biblia.  Todos tenemos experiencias de un “Mar Rojo” cuando estamos de espaldas contra la pared y no sabemos hacia dónde dirigirnos.  Pero así como ÉL dividió las aguas para que Israel pasara, el Señor actuará poderosamente en nuestras vidas, si Le escuchamos y obedecemos.
4º.- Por último, lo más importante es que DIOS se sigue comunicando porque anhela que Le conozcamos y Le comprendamos.  Nuestra prioridad debe ser conocerle y comprenderle cada vez más.
         Como sucede con las demás personas que conocemos en la vida, nuestra relación con DIOS no puede ser “una calle en una sola dirección”.  Tiene que haber un flujo continuo de comunicación con ÉL en ambos sentidos. Éso significa que no debemos ser nosotros los únicos que hablemos. 
         Conoceremos más íntimamente y comprenderemos a nuestro Padre Celestial cuando aprendemos a escucharle.
OREMOS: Padre nuestro, ayúdame a conocerte y a comprenderte mejor.  Ayúdame a escucharte en todo momento. 
Gracias Señor por las muestras de Tu amor.  Gracias. 
En el nombre de Cristo Jesús, amén.