Si tú estás pasando por
una adversidad, pide a DIOS discernimiento.
Comparte esta meditación.
Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
PARA AVANZAR EN MEDIO DE LAS ADVERSIDADES
Misiones
En Contacto
SALMOS 56:3,4 “En el día que temo, yo en ti confío.
4 En Dios, cuya palabra alabo, en Dios he confiado. No
temeré.
¿Qué puede hacerme el hombre?”
Hay un eslogan que se ha hecho popular en los últimos años:
el grito valiente: “¡SIN
MIEDO!”. En general, esta frase está ligada a algún atrevido intento en
los deportes. Pero, ¿puede esta expresión encontrar también un significado más
profundo relacionado con nuestra vida cristiana?
Obviamente, es imposible vivir en este mundo sin enfrentar
jamás incertidumbres, dudas, desconcierto ni temor. La Biblia no resta
importancia a estas preocupaciones; la Palabra de DIOS es veraz en cuanto a la
adversidad que todos enfrentamos. La respuesta correcta a estas dificultades es
reconocer nuestros temores delante del Señor y confiar en que ÉL actuará para Su
gloria y para nuestro bien: “en Dios he confiado.
No temeré. ¿Qué puede hacerme
el hombre?” (Sal 56:11).
Muchísimas
personas tratan de eximir a DIOS de responsabilidad, cuando enfrentan un
obstáculo al parecer inamovible. De lo que no nos damos cuenta, muchas veces,
es que quizás DIOS quiera usar esa dificultad para convertirnos en las personas
que ÉL desea que seamos.
Lo
que sucede es que la adversidad es una oportunidad para que DIOS purifique
nuestra fe. Puesto que sólo DIOS es soberano en el universo, ÉL desea ser
soberano, también, en nuestra vida. Si ponemos nuestra fe en algo distinto a
DIOS, ÉL no tardará en quitar los obstáculos que impiden nuestro caminar con ÉL.
Si tú estás pasando por una
adversidad, pide a DIOS discernimiento para hacerte esta pregunta: ¿Es ésto
algo que DIOS puede estar permitiendo que ocurra en mi vida para que me acerque
más a ÉL?
Si es así, confía en que ÉL reordenará tu
vida para seguir siendo el Señor de tu fe.
OREMOS: Padre Celestial, estoy pasando por pruebas y
dificultades que muchas veces quiero darles solución con mi propio esfuerzo,
cuando lo primero que he debido de hacer es ponerlas bajo tu conocimiento para
que me ayudes a superarlas. Sé que por medio de éllas, Tú estás reordenando mi
vida para ser una persona digna de Tí y hacer las cosas que Te agradan. Ayúdame
Señor. En el nombre de Cristo, amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario