Toma la decisión de no
hablar mal de nadie, y así glorificarás al Señor.
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Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
CÓMO PONERLE FIN AL CHISME
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EFESIOS
4:29-32 “29 Ninguna
palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la
necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes. 30 Y no entristezcáis al Espíritu Santo de Dios, con el cual
fuisteis sellados para el día de la redención.
31 Quítense
de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería, maledicencia y toda malicia. 32 Antes sed bondadosos unos con otros, misericordiosos,
perdonándoos unos a otros, como Dios
también os
perdonó a vosotros en Cristo.”
Esparcir
rumores acerca de otras personas revela poco sobre quiénes son éllas, en
realidad, pero sí dice mucho de tu personalidad. Tal conducta muestra una
disposición de pecar contra el Señor, al causar daño a los demás.
Si un
cristiano chismoso no confronta su pecado, se estancará y no llegará a ser la
persona que DIOS quiere que sea. La confesión al Señor es el primer paso para ponerle fin al
chisme. A ésto debe seguir el arrepentimiento, la promesa de rechazar todas
las oportunidades de hablar mal de alguien. Un versículo útil para quien ha
renunciado al chisme es Salmo
141:3 “Pon guarda a mi boca, oh Jehová; guarda la puerta de mis
labios”.
En segundo lugar, hay que estar
alerta para no caer en la tentación de chismear. Los creyentes tienen la
responsabilidad de apartarse de la maledicencia para poder tener pensamientos y
palabras agradables al Señor.
Estar
en presencia de alguien que riega rumores tienta a las personas a ser parte de éllos.
Lo mejor que se puede hacer en una situación donde esté presente el chisme es
condenar esa práctica y después marcharse.
Por último, en vez de hablar
mal de alguien, es sabio orar por la persona. Cultivar este hábito te ayudará a
entrenar la mente para reemplazar una práctica pecaminosa por lo que le agrada
a DIOS. La Biblia nos enseña que “debemos alentarnos y
confortarnos mutuamente, y la oración es una buena manera de obedecer ese
mandato.” (1a
Tesalonicenses 5:11,14).
Un cristiano chismoso deshonra el
nombre de DIOS, y el suyo. En vez de usar palabras que desacrediten, toma la
decisión de no hablar mal de nadie, y así glorificarás al Señor.
OREMOS: Padre Celestial. Ayúdame a no caer en
la tentación
de hablar mal de nadie y en lugar de eso, pueda orar
por élla.
Gracias Señor. En el nombre de Cristo, amén
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