Ama a tu prójimo como a ti mismo.
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Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
IMPERFECCIONES ÚNICAS
COLOSENSES
3:13-14 “Soportaos unos a otros y
perdonaos unos a otros, si alguno tiene queja contra otro. De la manera que
Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros. Sobre todo, vestíos de amor,
que es el vínculo perfecto.”
Un día, cuando
estaba en el ómnibus, noté a un bebé que estaba sentado sobre las rodillas de
su madre llorando incontrolablemente. Los demás pasajeros habituales estaban
claramente irritados por el comportamiento del niño y por la incapacidad de la
madre de tranquilizarlo. La avergonzada madre trataba de apaciguar a su bebé,
pero éste no respondía. En mi deseo de ayudarla le pregunté que creía que le
pasaba al niño. La angustiada madre dijo con un tono de impotencia: «Sufre de
mareo y se altera cuando está en un vehículo en movimiento.» Comencé a pensar
en cuán a menudo me irrito por el comportamiento de alguien sin pensar por qué
esa persona podría estar actuando de esa manera. En vez de ello, podría
preguntarme cómo me sentiría si yo estuviera en su pellejo.
En Colosenses 3 se nos dice
que nos soportemos unos a otros. DIOS nos ha hecho a cada uno de una manera
única. Sin embargo en nuestras diferencias experimentamos conflicto unos con otros,
especialmente cuando trabajamos juntos.
Yo solía trabajar con un líder
desorganizado de un pequeño grupo en mi iglesia, quien era una constante frustración
para mi personalidad más organizada. Más adelante, cuando el grupo cambió de líder,
llegó alguien que era más organizado. Al comienzo estaba feliz de trabajar con él,
pero luego, su naturaleza franca demostró ser demasiado severa para mi ego
sensible. Su tendencia a decir lo que pensaba chocaba con mi tendencia a ser más
diplomático. Al mirar atrás me di cuenta de que necesitaba aceptar a mi líder tal
y como era, en vez de tratar de cambiarlo.
Cuando aprendo a «aguantar» las
diferencias de alguien puedo crecer como una persona que puede manejar cambios de
último minuto y ser menos sensible a los comentarios de los demás. Es por amor a Cristo que debemos soportarnos unos a
otros, no porque no nos queda otra alternativa, sino porque nos amamos los unos
a los otros.
El amor cristiano es la única
manera que me ayuda a querer y aceptar a los demás exactamente como son, y no como
yo pienso que deberían ser.
ORACIÓN:
Padre Celestial, Tú me pides que ame a
otros y yo deseo hacerlo del mismo modo en que Tú me amas. Perdóname Señor por
no aceptar a quienes yo encuentro que no son perfectos, y te pido me ayudes a
aceptar los errores y las debilidades de las otras personas con la misma
gracia, perdón y tolerancia que Tu me muestras a mí. Sigue enseñándome acerca
del verdadero amor y la verdadera aceptación. En el nombre de Jesús. Amén.