Orar sin cesar…
Comparte esta meditación,
Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
LA PREPARACIÓN POR MEDIO DE LA ORACIÓN
Ministerios en Contacto
HECHOS 1:14 “Todos éllos se
reunían siempre para orar con algunas mujeres, con María, la madre de Jesús, y
con sus hermanos.”
Mientras Jesús estuvo con sus
discípulos, poco se habla de la vida de oración que tenían, pues éllos podían
hablar directamente con ÉL. Pero
después de la ascensión de Cristo, comenzaron a reunirse de inmediato y
“perseveraban unánimes en oración” (Hechos 1:14).
Hablar con DIOS era el medio que tenían los creyentes
para prepararse para el trabajo que ÉL tenía para éllos. Cristo les
había dicho que el Padre les daría el Espíritu Santo a quienes se lo pidieran (Lucas 11:13). Luego, después de Su resurrección, les
ordenó que permanecieran en Jerusalén hasta que fueran “investidos
de poder desde lo alto” (Lucas 24:49). Sin el Espíritu, no estarían preparados
para la Gran Comisión, a pesar de que habían pasado tiempo con Jesús. Y si éllos
necesitaban el poder del Espíritu, nosotros también.
En la medida que estemos dispuestos a
reconocer nuestra absoluta incapacidad para realizar la obra de DIOS, el
Espíritu Santo nos dará poder al orar. Pues, cuando estamos dedicados a la
oración, el Señor comienza a trabajar en nuestro corazón, preparándonos para el
servicio. Nos da la confianza del
Espíritu para anunciar la Palabra (Hechos 4:31), y la valentía para enfrentar cualquier
persecución (Hechos 4:29).
DIOS
desea que comprendamos la importancia de la oración, y que nos demos cuenta de
que la única manera de cumplir Su llamado es mediante el poder de ÉL.
La
iglesia no prospera por medio de programas, seminarios y conferencias, sino
mediante las humildes oraciones de los hijos de DIOS.
ORACIÓN: Padre Celestial. Ahora comprendo la
importancia
de conversar Contigo, y que lo podemos hacer a
través de la oración. Ayúdame Señor, quiero conversar contigo y contarte
mis alegrías así como mis penas, problemas y
pruebas.
Que Tu Espíritu Santo me ilumine y me guie para
poder lograrlo.
Te lo pido en el nombre de nuestro Señor
Jesucristo, amén.
9 Dicho ésto,
mientras éllos lo estaban mirando, Jesús fue levantado, y una nube lo envolvió
y no lo volvieron a ver. 10 Y
mientras miraban fijamente al cielo, viendo cómo Jesús se alejaba, dos hombres
vestidos de blanco se aparecieron junto a éllos 11 y les
dijeron: —Galileos, ¿por qué se han quedado mirando al cielo? Este mismo Jesús
que estuvo entre ustedes y que ha sido llevado al cielo, vendrá otra vez de la
misma manera que lo han visto irse allá.
Elección de Matías
12 Desde el
monte llamado de los Olivos, regresaron los apóstoles a Jerusalén: un trecho
corto, precisamente lo que la ley permitía caminar en sábado. 13 Cuando
llegaron a la ciudad, subieron al piso alto de la casa donde estaban alojados.
Eran Pedro, Juan, Santiago, Andrés, Felipe, Tomás, Bartolomé, Mateo, Santiago
hijo de Alfeo, Simón el Celote, y Judas, el hijo de Santiago. 14 Todos éllos
se reunían siempre para orar con algunas mujeres, con María, la madre de Jesús,
y con sus hermanos.