Esta
historia tocó mi corazón.
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Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
SUELTA LAS LLAVES
ÉXODO
20:11 "Honra a tu padre y a tu madre, para que vivas una larga vida en la
tierra que te da el Señor tu DIOS."
Jenny pensó que sus padres no le
darían permiso para irse de fiesta con unos amigos, de manera que les mintió y
les dijo que iba al cine con una compañera.
Aunque se sintió un poco mal porque
no les dijo la verdad, tampoco le dio muchas vueltas al asunto y se dispuso a
divertirse.
La pizza estuvo bien y la fiesta
genial; al final su amigo Pedro, que ya estaba medio borracho, la invitó a dar
un paseo, subieron al carro pero primero antes de partir él quiso dar una
fumadita…
De repente Pedro comenzó a
propasarse. Éso no era lo que Jenny quería del todo. “Tal vez mis padres tienen
razón” – pensó-; “quizás soy muy joven para salir así.” “¿Cómo pude ser tan
tonta?” “Por favor, Pedro-dijo-llévame a casa, no me quiero quedar”.
Molesto, Pedro arrancó el carro y
comenzó a conducir a toda velocidad. Jenny, asustada, le rogó que fuera más
despacio, pero mientras más élla le suplicaba, más él pisaba el acelerador.
De repente, vio un gran resplandor.
“OH, DIOS ayúdanos. ¡Vamos a chocar!".
Élla recibió toda la fuerza del
impacto, todo de repente se puso negro. Aún consciente, sintió que alguien la
saco del carro retorcido, y escucho voces:¡llamen a la ambulancia! “Estos
jóvenes están en problemas”
Le pareció oír que había dos carros
involucrados en el choque.
Despertó en el hospital viendo caras
tristes. “Estuviste en un choque terrible”- dijo alguien
En medio de la confusión se enteró de
que Pedro estaba muerto.
A élla misma le dijeron: “Jenny,
hacemos todo lo que podemos, pero parece ser que te perderemos a ti también”.
¿Y la gente del otro carro? preguntó
Jenny llorando
“También murieron” le contestaron.
Jenny oró: “DIOS perdóname por lo que
he hecho, yo sólo quería una noche de diversión”.
Y dirigiéndose a una de las
enfermeras pidió: “Por favor, dígale a la familia de los que iban en el otro
carro que me perdonen que yo quisiera regresarles a sus seres queridos. Por
favor enfermera, ¿les podrá decir ésto de mi parte?. Dígale a mi mamá y a mi
papá que lo siento, porque mentí, y que me siento culpable porque varios hayan
muerto."
La enfermera se quedó callada, como
una estatua. Instantes después, Jenny murió.
Un hombre cuestionó entonces a la
enfermera: “¿Por qué no hizo lo posible para cumplir la última voluntad de esa
niña?”
La enfermera miró al hombre con ojos
llenos de tristeza, y le dijo: “Porque la gente en el otro carro eran su papá y
su mamá que habían salido a buscarla”.
ORACIÓN:
Señor, mi DIOS. Gracias por la vida que nos das. Gracias por la lección que Tú
nos das a través de este relato. Cuida a mis padres y a mi familia. El alcohol
y las drogas hacen daño y no debemos consumirlas. Ayúdame Señor para no caer en
esa tentación y a salir airoso de la prueba. En el nombre de Cristo, amén.