No lo pierdas…
Comparte esta meditación.
Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
¿TIÉNES
PROBLEMAS CON ALGÚN AMIGO?
PROVERBIOS 17:17 “En todo tiempo ama el
amigo, y es como un hermano en tiempo de angustia.”
Los
amigos son una de las posesiones más valiosas que tenemos. Éllos nos proveen
compañía, nos escuchan cuando estamos en problemas, nos apoyan en nuestros
sueños e ilusiones, y nos sirven como una malla de seguridad cuando caemos. Los
verdaderos amigos nos brindan su amor aun cuando no lo merezcamos. De hecho, muchas
veces un amigo ha resultado más fiel que un hermano o cualquier otro familiar.
Jesús
dio mucho valor a la amistad. En una ocasión, conversando con sus discípulos,
les dijo: "Ya
no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero os
he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, os las he dado a
conocer." (Juan 15:15). Es decir, entre amigos
verdaderos existe confianza para compartir hasta las cosas más íntimas.
Sin
embargo, inevitablemente algunas de estas relaciones tan importantes pasarán
por períodos problemáticos. Si te encuentras en una de estas situaciones, y se
trata verdaderamente de una amistad que vale la pena conservar, debes buscar
una solución siguiendo los siguientes pasos:
Ora. En
primer lugar trae delante del Señor en oración el problema. Pídele
discernimiento espiritual, paciencia y humildad. Pídele a DIOS que bendiga a tu
amigo.
Enfrenta
la situación. No ignores el problema esperando que la otra
persona tome la iniciativa. Comparte con tu amigo tu sentir de que algo no está
bien y que necesita solucionarse. En Mateo 5:23-24, Jesús dice: “Por tanto, si
traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo
contra ti, deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate primero
con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda.”
Define
con claridad el problema. Juntos, conversen acerca de
cuándo y dónde la relación comenzó a afectarse y lo que pudo haber causado el
problema. Una buena comunicación es esencial para eliminar malos entendidos y
evitarlos en el futuro.
Evita
echar culpas. No es nada fácil, pero trata de no defenderte. Sin
lugar a dudas existirá la tentación de discutir sobre quién hizo tal cosa, pero
piensa que el objetivo fundamental no es probar quién tiene la razón, sino
salvar la amistad.
Pide
perdón. Generalmente no resulta fácil pedir perdón,
especialmente cuando creemos que no tenemos la culpa, pero es una buena
oportunidad para practicar humildad, sabiendo que esto agrada a nuestro Padre Celestial.
Filipenses 2:3 nos dice: “Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con
humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo.”
No
seas tardo en perdonar. Es muy importante que, si es
necesario, estés dispuesto a perdonar pues DIOS espera que nosotros perdonemos,
así como ÉL nos perdonó. Efesios 4:32 dice: “Sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos
unos a otros, como DIOS también os perdonó a vosotros en Cristo.”
Comienza
a trabajar en restaurar la relación. Pregunta:
¿Qué puedo hacer para restablecer nuestra mutua confianza? Una vez obtengas la
respuesta, haz todo lo posible por cumplir con lo que se requiere.
Si
queremos tener la bendición de un buen amigo, debemos estar dispuestos a pagar
el alto precio de enmendar la relación. Ignorar el problema puede parecer más
fácil, pero a la larga perderíamos un valioso tesoro.
ORACIÓN:
Padre Santo, yo sé que es tu voluntad que hagamos todo lo posible por vivir en
paz con todos. Te ruego me ayudes a hacer mi parte para mantener una relación
con mis amigos que sea de tu agrado en todos los aspectos. En el
nombre de Jesús, amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario