¡Ayúdame Señor!
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Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
EL DESARROLLO DE LA
PACIENCIA
COLOSENSES 3:12-14 “12 Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y
amados, de entrañable misericordia, de bondad, de humildad, de mansedumbre, de
paciencia. 13 Soportaos
unos a otros y perdonaos unos a otros, si alguno tiene queja contra otro. De la
manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros. 14 Sobre todo, vestíos de amor, que es el vínculo
perfecto.”
En un día cualquiera
podemos encontrar personas y situaciones frustrantes, como un conductor lento,
un niño revoltoso, o un compañero de trabajo poco colaborador. Podemos sentir
la tentación de estallar de ira, pero DIOS quiere que mantengamos la calma y seamos
pacientes con todos: “14 También
os rogamos, hermanos, que amonestéis a los ociosos, que alentéis a los de poco
ánimo, que sostengáis a los débiles, que seáis pacientes para con todos.“ (1a Tesalonicenses 5:14). Y de hecho,
existe un buen número de razones por las cuales debemos ser pacientes:
Nuestro llamamiento. Aunque una vez estuvimos alejados del Señor, hemos sido hechos
parte de su familia por medio de la sangre de Cristo. Como hijos de DIOS,
estamos llamados a tener una vida digna de Él, caracterizada por humildad,
mansedumbre y paciencia: “Yo, pues, preso en el Señor, os ruego que
andéis como es digno de la vocación con que fuisteis llamados: 2 con toda
humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en
amor, 3 procurando mantener la unidad
del Espíritu en el vínculo de la paz:” (Efesios 4:1-3).
La enseñanza de la Biblia. Élla nos dice
que seamos tolerantes unos con otros, que llevemos mutuamente nuestras cargas y
que respondamos con benignidad: “Hermanos, si alguno es sorprendido en alguna
falta, vosotros que sois espirituales, restauradlo con espíritu de mansedumbre,
considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado.” (Gálatas 6:1,2).
El ejemplo de
Cristo. Él demostró
paciencia ante las acciones de Pedro, las exigencias de las multitudes y las
falsas acusaciones de los líderes.
Las buenas relaciones. Nuestra impaciencia puede herir a otros y bloquear el diálogo.
Responder con calma da lugar a que la otra persona confiese su falta, explique
su actitud y haga cambios.
La aprobación de DIOS. Debemos tener presente que cuando soportamos calladamente nuestro
sufrimiento, ganamos la benevolencia del Señor:” 20 pues ¿qué mérito tiene el soportar que os
abofeteen si habéis pecado? Pero si por hacer lo que es bueno sufrís, y lo
soportáis, esto ciertamente es aprobado delante de Dios.” (1 Pedro 2:20).
El Espíritu Santo
nos está conformando a la imagen de Cristo. Si cooperamos con ÉL, desarrollará en nosotros la paciencia cuando
esperemos o seamos provocados.
Una actitud calmada
en tiempos de adversidad puede ser un testimonio poderoso de la obra
transformadora de DIOS.
ORACIÓN: Señor, Tú conoces mis debilidades y entre éllas está que pierdo
la paciencia con mucha facilidad. Ayúdame a superar este problema. Que en
silencio mantenga la calma y acepte las observaciones que me hacen. En el
nombre de Cristo, amén.
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