A medida
que envejezco descubro nuevas formas de servir a DIOS.
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Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
ESTOY
ENVEJECIENDO
El Aposento
Alto
**Leer
Salmos 92:5-15 (RVC)
SALMO 92:14 “Aun en su vejez darán frutos y
se mantendrán sanos y vigorosos”
Estoy envejeciendo. Lo veo en mi rostro y lo siento
en los huesos. Mi cuerpo ya no responde como antes, mis reflejos son más lentos
y tengo más dolores. Pero a medida que envejezco, puedo ver que he ganado
entendimiento y una fuerza nueva.
La Biblia dice que «las canas son una digna corona...»
(Proverbios 16:3, DHH). Todavía
puedo trabajar para el Señor. En realidad, tengo más tiempo que cuando era más
joven para leer y meditar en las Escrituras, orar y escuchar la voz de DIOS.
Aunque mi audición ya no es la misma, hay un sentir más afinado a la voz de
DIOS. Mi mente no está tan aguda, pero cada vez más me siento más agradecida
por las bendiciones de DIOS. Reacciono con más lentitud, pero soy lista para
depender de DIOS. Mi vista no es perfecta, pero percibo más que nunca la
grandeza de DIOS. Estoy aprendiendo que con la edad viene la madurez
espiritual.
Siempre debemos estar atentos a las
bendiciones de DIOS. Cada etapa de nuestra vida tiene su propósito. DIOS no nos
descarta en nuestra vejez cuando la fuerza nos falla. DIOS utiliza a todo
Su
pueblo para trabajar en el reino.
OREMOS:
Poderoso
DIOS, gracias por permitirnos trabajar para Tu reino en todas las etapas de la
vida. En Tu nombre, amén.
Sra.
Jenny Calvert (Texas, EE.UU.)
**Leer Salmos 92:5-15 (RVC)
**Leer Salmos 92:5-15 (RVC)
Muy
grandes son tus obras, Señor, y muy profundos tus pensamientos. 6 La gente necia no lo sabe; la gente
insensata no lo entiende: 7 si
los impíos brotan como la hierba, y todos los inicuos prosperan, es para ser
destruidos para siempre. 8 ¡Pero
tú, Señor, por siempre estás en las alturas! 9 Bien puedo ver, Señor, a tus enemigos; bien
puedo ver que tus enemigos perecerán, ¡que todos los malvados serán esparcidos!
10 Pero tú me darás las fuerzas del búfalo, y
me ungirás con aceite fresco. 11 Mis
ojos verán la derrota de mis enemigos; ¡mis oídos oirán los gritos de angustia
de mis adversarios!
12 Los justos florecerán como las palmeras; crecerán
como los cedros del Líbano. 13 Serán
plantados en la casa del Señor, y florecerán en los atrios de nuestro Dios. 14 Aun en su vejez darán frutos y se mantendrán
sanos y vigorosos 15 para
anunciar que el Señor es mi fortaleza, y que él es recto y en él no hay
injusticia.
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