UN GRANERO DE FELICIDAD
1a JUAN 4:16 “DIOS es amor; y el que permanece en amor, permanece en DIOS, y DIOS en él”
1a JUAN 4:20 “Si alguno dice: «Yo amo a DIOS», pero odia a su hermano, es mentiroso, pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a DIOS a quien no ha visto?”
“Siempre que yo tengo la oportunidad de amar a DIOS en obediencia personal, acabo sintiendo un regocijo mayor en mi corazón con relación a Él y un deseo ardiente de obedecerlo aún más la próxima vez. La obediencia no es un fin, pero un medio, una manera de expresar nuestro amor a DIOS y una forma de aumentar nuestro amor por DIOS. Es un catalizador en el proceso de amar a DIOS y volverse cada vez más parecido con Jesús.”
¿Qué es obedecer a DIOS sino una demostración de amor y gratitud por todo cuanto ÉL ya hizo y continúa haciendo por todos nosotros? Si lo amamos, obedeceremos, y si obedecemos, expresamos nuestro amor por ÉL. No existe amor sin obediencia y ni obediencia sin un gran amor por todo cuanto el SEÑOR es a nosotros.
Si ÉL nos dice que debemos amar al prójimo y hasta a los enemigos, debemos demostrarle todo nuestro amor obedeciendo lo que ÉL nos manda. Y cuanto más exteriorizamos nuestro amor, más deseo de amar nos invadirá el alma. El amor genera amor y el cultivo del amor nos proporcionara la satisfacción de ver diariamente, más y más frutos de amor naciendo para llenarnos de amor.
Si Él nos dice que debemos servir a todos, trabajemos nuestro corazón en ese sentido y la satisfacción nos impulsará a estar siempre a la disposición de nuestros semejantes. Descubriremos en el acto de servir, el placer de ver al SEÑOR actuando en nosotros y a través de nosotros. Conocemos que JESÚS no vino a ser servido sino a servir; ÉL es nuestro ejemplo y tenemos que imitarlo en Sus actitudes, reflejando así que lo amamos y que queremos ser Sus discípulos.
Si nuestro SEÑOR nos manda amar y servir, deberé obedecerlo, y si lo obedezco, estaré amándole aún más. Su amor por mí se volverá cada vez mayor y mí amor por ÉL crecerá a la medida que responda en obediencia.
ÉL es mi SEÑOR y buscaré engrandecerlo siempre, y todo lo que haga llenará mi corazón de gran alegría y mi vida se volverá en un granero de felicidad.
DIOS bendice a los obedientes que creen Su Palabra y lo honran frente a todos.
OREMOS: Señor mi DIOS. Gracias porque Tú eres amor y todo lo que haces por mi y mis seres queridos. Ayúdame para que pueda cumplir con Tu mandato con alegría y dedicación. SEÑOR que todo lo que haga sea de Tu agrado. En el nombre de CRISTO, amén.
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