Empieza por alabar a Dios...
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Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
por RITCHIE PUGLIESE
OLVIDAR
SALMO 103:1-2 “Bendice, alma mía, a Jehová, y bendiga todo mi ser su santo nombre. Bendice, alma mía, a Jehová, y no olvides ninguno de sus beneficios.”
Una de las cosas que algunos cristianos critican de la gente nueva que viene a las iglesias, es “que sólo vienen a buscar bendición pero no al Señor”, pero el pasaje de hoy nos enseña con claridad que no debemos olvidar ninguno de los beneficios de seguir al Señor.
OLVIDAR
SALMO 103:1-2 “Bendice, alma mía, a Jehová, y bendiga todo mi ser su santo nombre. Bendice, alma mía, a Jehová, y no olvides ninguno de sus beneficios.”
Una de las cosas que algunos cristianos critican de la gente nueva que viene a las iglesias, es “que sólo vienen a buscar bendición pero no al Señor”, pero el pasaje de hoy nos enseña con claridad que no debemos olvidar ninguno de los beneficios de seguir al Señor.
No podemos negar que seguir al Señor trae responsabilidades, pero también tiene sus beneficios. Por cierto podemos irnos al extremo de sólo buscar las bendiciones o beneficios y olvidarnos de rendirnos al Autor de las bendiciones.
El equilibrio está resumido en el texto de hoy. Nota que dice primero que le bendigamos y que luego recordemos sus beneficios.
Para agradar a Dios primero, tenemos que hacer memoria de Quién es Dios y reverenciarlo con nuestra alabanza y adoración. El resultado de eso será que el Espíritu Santo nos recordará lo que tenemos a disposición por ser hijos e hijas de Dios.
Cuando disponemos nuestro ser para bendecir al Señor automáticamente, empezamos a ser bendecidos pues Dios habita en medio de las alabanzas de su pueblo que le bendice. Cuando El habita en medio de su pueblo, en ese lugar no puede haber otra cosa que Su bendición.
Empieza en este día por lo primero (alabar y bendecir al Señor) y verás como la bendición de Dios vendrá sobre tu vida posteriormente.
CONFESION DE FE:
DECIDO ALABAR A DIOS Y NO OLVIDARME DE NINGUNA DE SUS BENDICIONES
ORACION:
Dios mío. Dame tu santo equilibrio, para buscarte a Ti por sobre todo pero también para no olvidarme de cada una y todas las bendiciones que están en tu Palabra, la Biblia. ¡Te alabo Señor! Por Cristo nuestro Señor. Amén.
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