viernes, 28 de junio de 2013

LA VICTGRIA ES TUYA

Más que vencedores…
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Bendiciones,
Enio

Meditación Diaria

LA VICTORIA ES TUYA
ROMANOS 8:37-39 “Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de DIOS, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.”

Hay una anécdota acerca de un boxeador que acababa de ganar la pelea por el campeonato mundial de los pesos completos. El hombre tenía la cara hinchada por los golpes recibidos, tenía heridas sobre las cejas, los labios partidos y manchas de sangre por varios lugares del cuerpo.
El maestro de ceremonias le levanta un brazo al nuevo campeón y proclama en voz muy alta: “¡ÉSTE ES EL VENCEDOR!” Entonces le extiende un cheque por un millón de dólares. En ese momento sube al cuadrilátero la esposa del boxeador y le quita el cheque de las manos. El maestro de ceremonias la mira por unos segundos, y entonces grita: “¡Y ÉSTA ES MÁS QUE VENCEDORA!”. Aquella que no hizo absolutamente nada, se llevó la recompensa.

De manera similar sucedió con nosotros en el aspecto espiritual. Jesucristo sufrió las torturas, las humillaciones y la horrible muerte en la cruz, donde derramó su sangre con el fin de pagar nuestra deuda con DIOS y que nuestros pecados fueran perdonados.
Al tercer día se levantó de los muertos y fue declarado vencedor, “anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz, y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz.” (Colosenses 2:14-15).

Esa victoria de Cristo en la cruz es también nuestra victoria desde el momento en que lo aceptamos como nuestro Salvador. Él ocupó nuestro lugar en la cruz, derramó Su sangre y sufrió terriblemente. Ahora nosotros disfrutamos de esa victoria sin haber sufrido lo que El sufrió.
Él fue el vencedor; nosotros “somos más que vencedores”, como afirma el apóstol Pablo en el pasaje de hoy. El vencedor es aquel que derrota al enemigo. El vencedor es el que gana la batalla. Pero cuando tú eres “más que vencedor” no solamente derrotas al enemigo y ganas la batalla, sino que además disfrutas de abundancia.

Si tú has aceptado a Jesucristo como Tu salvador, aduéñate del título de “más que vencedor” que el Señor te ha otorgado, y disfruta esa vida “en abundancia”.

Abundante en paz espiritual, en gozo, en el amor de DIOS, en la seguridad de Su protección, de Su cuidado, de Su provisión diaria. Camina a través de las pruebas y las aflicciones con una mentalidad de triunfo, no de derrota. No como una víctima sino como un vencedor.
Aún en medio del sufrimiento, confía que algo bueno viene detrás, porque “a los que aman a DIOS, todas las cosas les ayudan a bien” (Romanos 8:28). Fíjate bien: “todas las cosas”, no “algunas cosas”. Recuerda que DIOS ha dicho que “somos” no que “seremos” más que vencedores.
Reflexiona en esta enseñanza. Créela con todo tu corazón y ahora mismo declara tu victoria, sin importar las circunstancias que te rodean. Y dale toda la gloria a Aquel que venció por tí en la cruz del Calvario.

ORACIÓN: Padre santo, gracias por la victoria de Jesús en la cruz. Gracias por declarar que Tus hijos son más que vencedores. Ayúdame a vivir confiando plenamente en lo que dice Tu Palabra, y a andar hacia delante con la seguridad de que esa victoria es mía y nada ni nadie podrá arrebatármela. En el nombre de Jesús, Amén.  -  MMC

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