Gracias a
Dios ya me encuentro en casa después de casi 3 días de haber estado internado
en emergencia del Hospital Rebagliati… Gracias a Dios ya me encuentro mucho
mejor y listo para reanudar el envío del pan espiritual que por años estamos compartiendo.
Gracias por vuestra preocupación al no recibir la Meditación Diaria los días 24,
25 y hoy 26.
Mi
experiencia al estar rodeado de personas con problemas de salud muy pero muy
serios y de cómo un grupo de médicos, enfermeras, auxiliares, etc., etc., se multiplican
y hacen todo lo que pueden por estabilizar la salud de todos los que por algún
motivo acudimos a éllos. Todo éllo me ha
servido para valorar y sentir profundamente el gran amor de DIOS hacia todos
nosotros… ¡GRACIAS SEÑOR!
La
solución…
Comparte
esta meditación.
Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
TOMEN MI YUGO
MATEO 11.28-30 “Vengan a mí
todos ustedes que están cansados de sus trabajos y cargas, y yo los haré
descansar. Acepten el yugo* que les pongo, y
aprendan de mí, que soy paciente y de corazón humilde; así encontrarán
descanso. Porque el yugo que les pongo y
la carga que les doy a llevar son ligeros“.
Jesús invita a todas las personas cargadas a venir a
Él para descansar, aunque muchas veces no entendemos lo que está ofreciendo.
Cuando las tensiones y los problemas nos abruman, la reacción más natural es
pedir a DIOS alivio: “Señor, no puedo más con esto. Te lo voy a dejar a ti”.
Después de arrojar la carga nos marchamos, pero sin haber sido cambiados por
dentro.
DIOS no trabaja así. La invitación de Cristo es que
tú te unas en yugo* con Él para que puedan
caminar y trabajar juntos. Él no quiere sólo tu carga; ¡te quiere a ti!
El yugo de Cristo es un símbolo de discipulado
caracterizado por la sumisión y la obediencia a Él. El propósito de DIOS no es
simplemente dar alivio, quitándote una prueba o una aflicción pesada; el Señor
anhela atraerte a Él para tener una relación íntima y de confianza contigo. Quienes
aceptan Su oferta son transformados, y no volverán a sus viejos caminos.
La manera de hacer menos pesada la carga comienza
cuando se aprende a conocer y entender al Señor. La carga no es necesariamente
quitada, pero nuestros pensamientos y respuestas son transformados cuando
comenzamos a amarlo, a confiar en Él, a creer en Sus promesas y a fiarnos de Su
poder.
Luego, cuando el peso de la aflicción pase de
nuestros hombros a los Suyos hallaremos alivio, aunque la situación pueda
seguir siendo la misma.
Llevar el yugo de Cristo da como resultado paz en el
alma. Es posible que las presiones de la vida no disminuyan, pero si tienes una
unión íntima con Jesús, tu alma estará libre de la turbadora ansiedad, y la paz
de Él reinando en tu corazón.
Busca Su yugo; no tienes nada que perder —excepto
tu cansancio— y mucho que ganar
ORACIÓN: Oh DIOS. Me acerco a Ti en
busca de consuelo y paz. Ayúdame a conocerte y entenderte, para sentirte y
gozar de Tus bendiciones. Gracias Señor, amén.
(*) El yugo es un instrumento de madera al cual, formando yunta, se unen
por el cuello las mulas, o por la cabeza o el cuello los bueyes. El efecto del
yugo es unir estrechamente a dos seres vivos, haciéndolos compartir idéntica
ruta y un mismo destino.
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