DIOS MANTIENE SU OJO SIEMPRE ABIERTO
**Leer Salmo 121
SALMO 34:15 “Los ojos del Señor están sobre los justos, y sus oídos, atentos a sus oraciones”
A mediados del siglo XIX, el detective Allan Pinkerton se hizo famoso por descubrir una serie de robos a trenes y por frustrar un complot para asesinar a Abraham Lincoln mientras viajaba para asumir la presidencia de los Estados Unidos. La Agencia Nacional de Detectives Pinkerton no sólo se destacó por ser una de las primeras en ese país, sino aún más por su logotipo, que mostraba un ojo bien abierto, con la frase: «Nunca dormimos».
No hay nada mejor que saber que uno está protegido y seguro. Al ir a dormir por la noche, te tranquiliza que las puertas estén cerradas con llave, tal vez con alarma, y todo esté en silencio. Te sientes a salvo. Sin embargo, hay muchos que yacen despiertos en sus camas pensando, con miedo, en el presente y en el futuro. Algunos les temen a los disturbios fuera de la casa o a un cónyuge violento. Otros no pueden dormir porque están preocupados por un hijo rebelde. Incluso hay quienes, angustiados, están atentos para saber si un hijo gravemente enfermo sigue respirando, etc., etc.
En estos casos, nuestro DIOS amoroso nos insta a clamar a ÉL, a Aquel que «no se adormecerá ni dormirá» (Salmo 121:4).
ÉL es el Único que realmente tiene Su ojo siempre abierto, que nunca duerme, está escuchando los clamores de «los justos». Podemos dormir en paz cuando recordamos que DIOS está despierto.
Recuerda que la oración es una declaración de dependencia. Cuando nos humillamos, estamos de rodillas ante nuestro DIOS Todopoderoso. Nada es difícil para Su poder, lo cual nos lleva al segundo paso: expresar al SEÑOR nuestros problemas y luego confiar en que ÉL se ocupará de éllos. ÉL asume la responsabilidad de atender todas nuestras necesidades. A ti te corresponde dar prioridad a DIOS obedeciéndolo y viviendo de manera justa. Tercero, mantente firme en la fe, es decir, no arranques esas preocupaciones de las manos de DIOS para angustiarte por éllas otra vez; El SEÑOR es suficiente para manejar la situación.
OREMOS: Bondadoso DIOS, te alabo SEÑOR por tu bondad y te agradezco por tu promesa que estarás atento a mis suplicas en todo tiempo. Te ruego continúes dándome de Tu paz y consolándome en el miedo y en la inseguridad que puedan rodearme en algún momento de mi vida. Afirma en mi corazón que Tú eres mi pronto auxilio en las tribulaciones, ansiedades y preocupaciones. En CRISTO JESÚS, amen.
**Leer Salmo 121
1 A las montañas levanto mis ojos; ¿de dónde ha de venir mi ayuda?
2 Mi ayuda proviene del Señor, creador del cielo y de la tierra.
3 No permitirá que tu pie resbale; jamás duerme el que te cuida.
4 Jamás duerme ni se adormece el que cuida de Israel.
5 El Señor es quien te cuida, el Señor es tu sombra protectora.
6 De día el sol no te hará daño, ni la luna de noche.
7 El Señor te protegerá; de todo mal protegerá tu vida.
8 El Señor te cuidará en el hogar y en el camino, desde ahora y para siempre.
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