¿QUÉ DEBEMOS HACER FRENTE A LAS TENTACIONES?
2a PEDRO 2:9 ”Sabe el Señor librar de tentación a los piadosos, y reservar a los injustos para ser castigados en el día del juicio”. (RV95)
Cuando se habla sobre la tentación, la mayoría de las personas lo asocia solamente al área sexual. Existen muchas clases de tentaciones, además de la sexual.
Por ejemplo: “Los dulces son una tentación irresistible para mí”, “El cajero del banco pidió perdón por su 'debilidad' y dijo que no pudo resistirse a las tentaciones”, “Un alcohólico en recuperación que asiste a un fiesta está en problemas, ya que allí es más difícil no caer en la tentación”, etc., etc.
Por cierto, ésto no tiene nada que ver con lo que dice la Biblia. A veces pensamos que recibir una tentación es un pecado, cuando la Palabra de DIOS dice que los cristianos que viven piadosamente son tentados una y otra vez.
Muchos creen que si soy un cristiano lleno del ESPÍRITU SANTO nunca más voy a recibir tentaciones. ¡Falso! ¡Pensamiento equivocado!
La tentación no es pecado. La tentación es anterior al pecado. El pecado es el consentimiento de la tentación. Así que no es lo mismo ser tentado que pecar. Todo pecado va antecedido de una tentación, pero no toda tentación termina en pecado.
Los únicos que reciben tentaciones son los cristianos que obedecen al SEÑOR y quieren vivir santamente. Los que viven en un estado contínuo y se recrean en el pecado no necesitan ser tentados, pues ya viven dominados por él.
En cambio la tentación viene sobre el cristiano para hacerle perder bendición espiritual y transformarlo en un mediocre espiritual. Si tú como cristiano estás siendo tentado en este tiempo, no te sientas con culpa pues es algo normal de la vida cristiana. El problema es ceder a la tentación y caer en el pecado.
Alguien dijo con razón que no podemos evitar que los pájaros vuelen sobre nuestras cabezas pero sí podemos evitar que éllos hagan un nido sobre élla.
Ahora bien, para cada tentación que el cristiano reciba, DIOS ha provisto una salida adecuada. ÉL nos cuida y quiere ayudarnos a que tomemos victoria sobre cada tentación que recibimos para que sigamos caminando bajo Su bendición. Así que, cuando venga la tentación sobre tu vida, recházala y decide seguir siendo fiel a DIOS y triunfarás.
OREMOS: Gracias SEÑOR por enseñarme que recibir una tentación no es pecado, pero que sí es pecado ceder a esa tentación. Produce en mí oh DIOS, los “anticuerpos” de Tu ESPÍRITU SANTO para poder cada día caminar de victoria en victoria. Por CRISTO nuestro SEÑOR y SALVADOR oramos, amén.
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