sábado, 2 de junio de 2007

BIENAVENTURADO LOS QUE TIENEN HAMBRE ESPIRITUAL.


Bienaventurados los que tienen hambre espiritual.
Bendiciones,
Enio

ALIENTO DEL CIELO PARA CADA DIA
Meditación Diaria
por RITCHIE PUGLIESE

HAMBRE
MATEO 5:6 “BIENAVENTURADOS LOS QUE TIENEN HAMBRE Y SED DE JUSTICIA PORQUE ELLOS SERAN SACIADOS”

Nuestro cuerpo está preparado para indicarnos cuándo necesita tener alimento, descanso y tantas otras necesidades básicas, para su conservación, mantenimiento y crecimiento. Cuando llega el mediodía y tú pasas al lado de un negocio de comidas, tu olfato percibe un delicioso olor que te abre el apetito y te hace sentir ciertos “ruidos” en el estómago. Ésa es la señal de que hay hambre y que esa hambre debe ser saciada.

En el mundo espiritual sucede lo mismo. Nuestro espíritu es nuestro cuerpo espiritual y debe ser alimentado con las cosas del Espíritu y con la Palabra de Dios (la Biblia). Cuando éso no lo hacemos nos debilitamos, nos volvemos raquíticos y nos enfermamos espiritualmente.
Hay muchos cristianos que tienen mucha hambre por las cosas de la vida, llámese alimentos, o puede ser también hambre de fama, gloria, posición económica, pero pareciera que para las cosas del Espíritu no tuvieran hambre. Dicen estar bien, pero sus vidas están muertas espiritualmente.

El hambre es una sensación normal para todo cuerpo humano que está vivo y sano. No tener hambre es anormal y debemos realizarnos un chequeo médico para recibir instrucciones y tomar ciertas medicinas y vitaminas.

En este día el Gran Médico Celestial quiere quitar tu falta de apetito espiritual y producir hambre de las cosas de Dios. El pasaje de este día nos dice que los que tienen hambre serán saciados. En el Reino de Dios los bienaventurados son los hambrientos espirituales ¿Eres o quieres tú ser uno de éllos?
CONFESION DE FE:
MI HAMBRE ESPIRITUAL ES SACIADA POR LA PRESENCIA VIVA DEL SEÑOR
ORACION:
Señor Jesús: Me doy cuenta que estoy con falta de apetito espiritual. Sáname en esta hora y dame Tu hambre espiritual pues lo necesito como el aire que respiro. ¡Gracias Señor! En Tu Nombre, amén.

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