Bendiciones,
MÁS Y MÁS RIESGOS
MARCOS 13:35-37 “Por lo tanto, manténganse despiertos, porque no saben cuándo volverá el dueño de la casa, si al atardecer, o a la medianoche, o al canto del gallo, o al amanecer; no sea que venga de repente y los encuentre dormidos. Lo que les digo a ustedes, se lo digo a todos: ¡Manténganse despiertos!"
El otro día vi a un hombre hacer malabarismos con tres sierras eléctricas bien pequeñas encendidas. Inmediatamente puse en mi lista de cosas que debo evitar: "no hacer malabarismos con sierras eléctricas". Dicha lista, gracias a un estudio holandés, está creciendo.
De acuerdo a este estudio, el tomar café o soda, enojarse, saltar de susto, o incluso sonarse la nariz, puede incrementar considerablemente el riesgo de sufrir una hemorragia sub-aracnoidea. Ése es el tipo de derrame cerebral que mata entre el 10 y 15% de pacientes antes de llegar al hospital, y el 50% muere dentro del mes de sufrido el ataque.
Éstos son sólo algunos de los descubrimientos entregados por los expertos del Centro Médico de la Universidad en la ciudad de Utrecht, Holanda. Lo cual me deja, aparentemente, con tres opciones. Puedo:
1) dejar de leer nuevos artículos,
2) dejar de hacer las cosas que pueden llegar a causarme un derrame,
3) confiar en que el SEÑOR cuidará de mí hasta que me llegue la hora de dejar este mundo.
Ya que las probabilidades de cumplir las opciones 1 y 2 son prácticamente imposibles, he optado por la opción número 3 como la mejor alternativa. Espero que tú también.
La verdad es que ninguno de nosotros sabe cómo o cuándo daremos nuestro último aliento. Hay un gran número de gente que cuida su salud, pero con miedo y sobresaltados por los riesgos que cada día amenazan a ese mundo. Si bien es cierto que debemos tomar medidas preventivas y ser cautelosos, también es cierto que no somos lo suficientemente inteligentes como para identificar o evitar todas las cosas que nos pueden dañar.
Es por ello que lógicamente debemos apoyarnos en lo que puede ayudarnos cuando llegue ese día: sólo JESÚS, El SALVADOR que entregó Su vida para que podamos tener vida para siempre, puede darnos esperanza en el día de nuestra muerte, y alegría para vivir cada día en este mundo.
“Fe en JESÚS”: esto sí debo asegurarme que esté en mi lista de cosas por hacer. DIOS es capaz de resguardar a Sus hijos de todos los temores que nos pueden afectar, incluyendo lazos o trampas de malhechores, pestes, guerras, pestilencias y mortandad, tal cual estamos presenciando por estos días. Su verdad actúa como escudo protector, y Su Palabra es verdad, y la verdad es JESUCRISTO.
Al tener a JESUCRISTO como el único SEÑOR y SALVADOR de nuestra vida, ÉL nos dará protección, y aún perdiendo nuestra vida terrenal por cualquier circunstancia, tendremos paz, pues con ÉL tendremos vida eterna. Te sugiero que leas el Salmo 91.
OREMOS: SEÑOR, Tú eres mi Protector, y sé que es imposible que yo pueda evitar muchos de los males de este mundo que puedan dañarme. Al reconocer que no los puedo evitar, te ruego me ayudes a tener una fe inquebrantable en Tí confiando en Tu perfecto cuidado y protección. Te lo pido en el nombre de JESÚS, amén.
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