EL CAMINO DE DIOS, NO EL MÍO
El Aposento Alto
HEBREOS 11:1 “Ahora bien, tener fe es estar seguro de lo que se espera; es estar convencido de lo que no se ve.” (RVC)
Un día temprano desayunaba café con buñuelitos junto con mi hija, madre de dos niños maravillosos y llenos de energía. Ambos estábamos pasando por momentos difíciles en nuestras vidas. Ella acababa de atravesar por un divorcio doloroso y a mí me diagnosticaron la enfermedad de Parkinson recientemente.
Leíamos el versículo bíblico de Hebreos. Entonces mi hija compartió una perspectiva que me sorprendió: «Es increíble que cuando estamos en medio de problemas y no podemos ver una salida, DIOS nos sorprende con una solución».
Han pasado tres años desde aquel día de nuestro encuentro. Ahora, élla está casada con un buen hombre cristiano y yo sólo he tenido síntomas leves de mi enfermedad.
A menudo pienso que tengo la solución para los problemas de la vida, y en mis oraciones intento convencer a DIOS de que mi solución es la correcta. Ahora sólo pido que se haga Su voluntad en mi vida. Y la respuesta de DIOS suele ser más sorprendente de lo que podría haber imaginado. ¡Grande es la fidelidad, la sabiduría y el poder de DIOS!
OREMOS: DIOS Todopoderoso, recuérdanos que Tú sabes lo que es mejor para nosotros. Encomendamos nuestra voluntad a la Tuya. En el nombre de JESÚS oramos, amén.
Sr. George Burke (Texas, EEUU)
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