lunes, 27 de enero de 2014

NUESTRA INCONSTANCIA

PERSEVERA…
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Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
NUESTRA INCONSTANCIA
HEBREOS 10: 35,36 No perdáis, pues, vuestra confianza, que tiene una gran recompensa, pues os es necesaria la paciencia, para que, habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa.
Una de las características del comportamiento de la mayoría de los humanos es la inconstancia. Aunque nos cueste reconocerlo, somos demasiado volubles. Nuestra atención cambia de foco en todo momento y no es fácil concentrarnos en una idea. Nuestros pensamientos corren sin riendas y difícilmente podemos controlarlos.
Para todo somos así. Si queremos tener algo, le damos y damos hasta que finalmente lo obtenemos para luego dejarlo a un lado porque otra cosa ha captado nuestro interés. Esta volubilidad aplica en cualquier aspecto de nuestra vida y es una grave debilidad de carácter.
Hasta con DIOS somos así. Clamamos a DIOS por una solución o por algo que necesitamos y cuando nos lo concede estamos agradecidos a ÉL. Pero este agradecimiento no dura mucho pues el hecho de que ya salimos de la prueba o la necesidad hace que nos olvidemos de cómo fue que alcanzamos la tranquilidad.
Nos olvidamos de que DIOS es nuestro Salvador y nuestro Proveedor y nos volvemos a nuestras vacías rutinas que ningún provecho nos traen.
Para regresarnos al camino, DIOS permite que nuevas situaciones se presenten, las cuales nos obligan a levantar nuestra mirada hacia ÉL y pedir de nuevo Su ayuda. El Señor busca en nosotros que seamos constantes en nuestra fe y en todas las actividades de nuestra vida, tanto sentimentales, laborales como espirituales.
Acerquémonos a DIOS con fe y pidamos sabiduría teniendo en cuenta lo que Santiago nos dice en su carta: “Pero que pida con fe, sin dudar, porque quien duda es como las olas del mar, agitadas y llevadas de un lado a otro por el viento. Quien es así no piense que va a recibir cosa alguna del Señor; es indeciso e inconstante en todo lo que hace.” Recuerda que necesitas perseverar para que, después de haber cumplido la voluntad de DIOS, recibas lo que ÉL ha prometido.
La clave para no estar dando continuidad a este círculo vicioso de necesitar, pedir, recibir, agradecer y olvidar. La clave está en mantenernos en obediencia considerando todo bajo la óptica de la fe con perseverancia. El que persevera ha creído en el poder de la Palabra de DIOS y permanece por su fe. Sus pasos no están determinados por lo que siente, sino por lo que ha decidido en su corazón.
Cree con todo el corazón que DIOS sigue obrando en ti y permanece fiel. ÉL es justo para recompensarte por tu perseverancia. ¡Sólo a DIOS sea la gloria!

ORACIÓN: Padre Celestial creador de todo lo que existe, ayúdame para que mi fe no desmaye y todo lo que haga sea de acuerdo a Tu voluntad. En el nombre de Cristo, amén.

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