El estar agradecidos.
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Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
LA ALABANZA A DIOS EN MEDIO DEL DOLOR
1a TESALONICENSES 5:16-18 “Estad siempre gozosos. Orad sin cesar. Dad gracias en todo, porque
esta es la voluntad de DIOS para con vosotros en Cristo Jesús”
Alabar a DIOS es
fácil cuando la vida es maravillosa. ¿Pero sabías que ÉL quiere que le demos
gracias en todo, incluso en las circunstancias más difíciles? Es fácil dar
gracias cuando la vida está llena de bendiciones, como cuando tenemos buena
salud en la familia, recibimos un ascenso en el trabajo, intercambiamos votos
matrimoniales, encontramos la casa de nuestros sueños, o tenemos nuestro primer
hijo, etc., etc. Durante estos períodos de gozo, nuestra línea de comunicación
con DIOS puede rebosar de alabanza y acción de gracias. Pero, ¿qué sucede
cuando vienen sufrimientos a la vida, tales como:
- temor ante
incertidumbre económica mundial y o nacional,
- perdida de
nuestro empleo,
- muerte de un
ser querido,
- recibimos un
diagnóstico médico traumatizante y nada agradable.
¿Cómo reaccionamos
en éstos y otros momentos inciertos, incluso trágicos, de nuestra vida?
Si alguien supo de
tragedias, padecimientos y privaciones, ése fue el apóstol Pablo. Pero, a pesar
de sus sufrimientos, mantuvo a DIOS en primer plano: “Estad
siempre gozosos. Orad sin cesar. Dad gracias en todo, porque esta es la
voluntad de DIOS para con vosotros en Cristo Jesús” (1a
Tesalonicenses 5:16-18). Santiago dice,
además: “Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando
os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce
paciencia” (Santiago 1:2, 3). Para la mayoría
de nosotros, ésta es una tarea muy difícil, e incluso absurda. ¿Cómo podemos
dar gracias a DIOS en medio de las situaciones amargas y angustiosas que
soportamos?
Un ejemplo de
gratitud en medio de circunstancias horribles, es el de Gracia Burnham. Rehén
de terroristas musulmanes por más de un año, y obligada a ver morir a su marido,
Burnham experimentó el máximo dolor físico y emocional. Cuando volvió a los
Estados Unidos, Gracia enfrentó todo tipo de preguntas. Dijo que una de las más
frecuentes era: “¿Se ha hecho usted alguna vez la pregunta “ ¿Por qué a mi,
Señor?” A esa pregunta, élla responde:
‹‹¿Saben una cosa? Yo tengo ese pensamiento todo el tiempo. Pero es: “¿Por qué
me elegiste a mí para que naciera en los Estados Unidos, donde oigo de Ti,
donde tengo una familia que me ama, donde tenemos abundancia de comida, donde
puedo elegir una carrera? ¿Por qué tengo unos hijos hermosos y saludables? ¿Por
qué tengo un lugar donde vivir, cuando hay personas en otras partes que viven
en casas de cartón? Si escribo las cosas malas que me han sucedido en la vida,
son muy, muy pocas. Una de éllas duró bastante tiempo. Pero cuando escribo las
cosas buenas que el Señor me ha dado, ¡DIOS mío! Son innumerables. Uno puede
llenar páginas y páginas. Éso es lo que les digo a las personas. “¿Por qué a
mí, Señor? ¿Por qué me has bendecido tanto?”››
Piensa en las
circunstancias difíciles de tu vida. Independientemente de que se parezcan o no
a la situación de Burnham, ¿de qué manera puedes ver lo bueno en todo lo que te
sucede? ¿De qué manera puedes dar gracias a DIOS por tus dificultades, como también
por tus bendiciones? Recuerda: DIOS tiene un plan perfecto para tu vida. Los
reveses temporales no deben jamás destruir nuestra confianza de que ÉL será
suficiente. Aún en las situaciones más terribles, todos tenemos algo por lo
cual estar agradecidos: nuestros hijos, la familia, el trabajo, o una almohada
donde recostar la cabeza. Y siempre podemos dar gracias a Cristo por el
sacrificio que ÉL hizo por nosotros. La vida misma es un regalo de DIOS.
Es importante que
al igual que Gracia Burnham, enfrentemos y sobrellevemos los retos que DIOS
pone delante de nosotros. Cuando buscamos una salida rápida, nos privamos de lo
que DIOS quiere hacer en nuestras vidas. Además, privamos a los demás de un ejemplo
de aliento y esperanza. Esmérate en este día en dar gracias a DIOS por Su
gracia y provisión. Descubrirás pronto que ÉL te guiará en medio de las
circunstancias más difíciles que puedas estar atravesando.
El siguiente Salmo
92 nos da un modelo de alabanza cuando dice que debemos “anunciar por la mañana Su misericordia y Su
fidelidad cada noche” (v. 2).
Te invito a que
comiences ahora mismo a alabar a DIOS, y llena después cada momento de tu vida
con mayor sumisión a Su voluntad. ¡Solo a DIOS sea la gloria!
ORACIÓN:
Señor, cuán difícil es agradecerte por las pruebas
y problemas que algunas veces pasamos y cuán fácil es preguntarnos… ¿Por qué a
nosotros nos toca vivir esas pruebas? Ayúdame Señor a poder superarlas pensando
que más son las bendiciones que Tú derramas sobre mí y especialmente sobre mis
seres queridos que superan ciento por ciento las dificultades y pruebas que nos
toca vivir. Gracias Señor porque Tu estás siempre velando por mi y ayudandome a
soportar y superar los momentos difíciles de la vida. A Ti Señor eternamente
agradecido. En el nombre de Cristo, amén.
ALABANZA POR LA BONDAD DE DIOS
SALMO 92 Bueno es alabarte, Jehová, y cantar salmos a tu nombre, oh
Altísimo; 2 anunciar por la mañana tu misericordia y tu fidelidad cada
noche, 3 con el decacordio y el salterio, en tono suave, con el arpa. 4 Por cuanto me has alegrado, Jehová, con tus obras; en las
obras de tus manos me gozo.
5 ¡Cuán grandes son tus obras, Jehová! ¡Muy profundos son tus
pensamientos! 6 El hombre necio no sabe y el insensato no entiende esto: 7 Cuando brotan los impíos como la hierba
y florecen todos los que hacen maldad, es para ser destruidos eternamente. 8 Mas tú, Jehová, para siempre eres altísimo. 9 Aquí están tus enemigos, Jehová, ciertamente perecerán tus enemigos; serán esparcidos todos los que hacen maldad.
y florecen todos los que hacen maldad, es para ser destruidos eternamente. 8 Mas tú, Jehová, para siempre eres altísimo. 9 Aquí están tus enemigos, Jehová, ciertamente perecerán tus enemigos; serán esparcidos todos los que hacen maldad.
10 Pero tú aumentarás mis fuerzas como las del toro salvaje; seré
ungido con aceite fresco. 11 Y mirarán mis ojos sobre mis enemigos; oirán mis oídos acerca
de los que se levantaron contra mí, de los malignos. 12 El justo florecerá como la palmera; crecerá como cedro en el
Líbano. 13 Plantados en la casa de Jehová, en los atrios de nuestro Dios
florecerán. 14 Aun en la vejez fructificarán; estarán vigorosos y verdes, 15 para anunciar que Jehová, mi fortaleza, es recto y que en él
no hay injusticia.
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