¡FELIZ DÍA! PAPÁ.
QUE PASES UN
PRECIOSO DÍA CON TUS SERES QUERIDOS.
UN FUERTE ABRAZO,
Enio
Uno hace su vida con lo que da.
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meditación.
Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
UNA LECCIÓN DE MI PADRE
Reflexiones Cristianas
LUCAS 6:38 “Dad y se os dará;
medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo, porque
con la misma medida con que medís, os volverán a medir.”
LaVonn Steiner nos relata…
Nuestra familia siempre ha estado
dedicada a los negocios. Mis seis hermanos y yo trabajamos en el negocio de mi
padre, en Mott, Dakota del Norte, un pequeño pueblo en medio de las praderas.
Comenzamos a trabajar haciendo diferentes oficios como limpiar el polvo,
arreglar las repisas y empacar, y luego progresamos hasta llegar a atender a
los clientes. Mientras trabajábamos y observábamos, aprendimos que el trabajo
era más que un asunto de supervivencia o para hacer una venta.
Recuerdo una lección de manera
especial. Era poco antes de Navidad. Yo estaba en octavo grado y trabajaba en
las tardes, organizando la sección de los juguetes. Un niño de cinco o seis
años entró en la tienda. Llevaba un viejo abrigo marrón, de puños sucios y
ajados. Sus cabellos estaban alborotados, con excepción de un copete que salía
derecho de la coronilla. Sus zapatos gastados, con un único cordón roto, me
corroboraron que el niño era pobre -demasiado pobre como para comprar algo.
Examinó con cuidado la sección de juguetes, tomaba uno y otro, y cuidadosamente
los colocaba de nuevo en su lugar.
Papá entró y se dirigió al niño. Sus
acerados ojos azules sonrieron y un hoyuelo se formó en sus mejillas mientras
preguntaba al niño en qué le podía servir. Éste respondió que buscaba un regalo
de Navidad para su hermano. Me impresionó que mi padre lo tratara con el mismo
respeto que a un adulto. Le dijo que se tomara su tiempo y mirara todo. Así lo
hizo.
Después de veinte minutos, el niño
tomó con cuidado el avión de juguete, se dirigió a mi padre, y dijo:
"¿Cuánto vale esto, señor?"
"¿Cuánto tienes?", preguntó
mi padre.
El niño estiró su mano y la abrió. La
mano, por aferrar el dinero, estaba surcada de líneas húmedas de mugre. Tenía
dos monedas de diez, una de cinco, y dos centavos -veintisiete centavos-. El
precio del avión elegido era de tres dólares con noventa y ocho centavos.
"Es casi exacto", dijo mi
padre, cerrando la venta. Su respuesta aún resuena en mis oídos. Mientras
empacaba el regalo pensé en lo que había visto. Cuando el niño salió de la
tienda, ya no advertí el abrigo sucio y ajado, el cabello revuelto ni el cordón
roto. Lo que vi fue un niño radiante con su tesoro. LaVonn Steiner
"Uno se gana
la vida con lo que recibe, pero hace su vida con lo que da." Winston
Churchill
Fuente: Sopa de Pollo para
el Alma del Trabajador
ORACIÓN: Gracias
Padre Celestial por el hermoso relato que acabo de leer. Gracias porque nos
enseñas que debemos amar al prójimo como a nosotros mismos y debemos ser
caricativos con los necesitados. Ayúdame Señor a tener ése mismo trato con los
demás. En el nombre de Cristo, amén.
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