Compartir y practicar nuestra fe es la mejor
manera de dejar un legado.
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Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
DEJAR UN LEGADO
Nuestro Pan Diario
**Leer Salmo 79:8-13
SALMO 79:13 “… Te
alabaremos para siempre; de generación en generación cantaremos tus alabanzas”
Mi teléfono sonó, lo que indicaba la entrada de un
mensaje. Mi hija quería la receta de mi abuela de la tarta (torta) de helado de
pipermín (menta). Mientras buscaba entre las tarjetas amarillas de mi vieja
caja de recetas, mis ojos detectaron la letra sin igual de mi abuela… y varias
anotaciones en cursiva de mi madre. Entonces, se me ocurrió pensar que, con el
pedido de mi hija, la receta entraría a la cuarta generación de la familia.
Me pregunté: ¿Qué otros legados (herencias) pueden
pasarse de una generación a otra? ¿Y las decisiones con respecto a la fe?
Además de la tarta, ¿se reproduciría la fe de mi abuela —y la mía— en la vida
de mi hija y sus descendientes?
En el Salmo 79, el salmista le ruega a DIOS que
rescate a su pueblo descarriado y restaure Jerusalén. Hecho ésto, le promete al
Señor un nuevo y permanente compromiso de andar en sus caminos: «Y nosotros, pueblo tuyo, y ovejas de tu prado, te alabaremos
para siempre; de generación en generación cantaremos tus alabanzas» (Salmo 79:13).
Le di la receta con gusto, sabiendo que ese legado
de mi abuela entraría en una nueva capa de nuestra familia, y oré con
sinceridad por la herencia más duradera de todas: la influencia de la fe de
nuestra familia de una generación a
otra. — elm
OREMOS: Señor, ayúdame a dejar un legado de
fe y confianza en ti.
Por Tu Santo Nombre, amén.
**Leer Salmo 79:8-13 (RV95)
No recuerdes contra nosotros las maldades de nuestros
antepasados. ¡Vengan pronto a nuestro encuentro tus misericordias, porque
estamos muy abatidos! ¡Ayúdanos, Dios de nuestra salvación, por la gloria de tu
nombre! ¡Líbranos y perdona nuestros pecados por amor de tu nombre!, porque
dirán los gentiles: «¿Dónde está su Dios?»
¡Sea notoria en las naciones, delante de nuestros ojos, la venganza de
la sangre de tus siervos que ha sido derramada!
Llegue delante de ti el gemido de los presos; conforme a la
grandeza de tu brazo preserva a los sentenciados a muerte, y devuelve a
nuestros vecinos en su seno siete tantos de su infamia con que te han
deshonrado, Jehová. Y nosotros, pueblo tuyo y ovejas de tu prado, te alabaremos
para siempre. ¡De generación en generación cantaremos tus alabanzas!
Te
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