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Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
TOCANDO A OTROS A PESAR DE TODO
Nuestro Pan Diario
JUAN 16:33 “Yo les he dicho estas cosas para que en mí hallen paz. En este mundo afrontarán aflicciones, pero ¡anímense! Yo he vencido al mundo.”
Mi corazón estaba más cargado de lo que jamás pensé que podría estar. Estaba sentado en la sala de espera de la Unidad de Cuidados Intensivos a las 3:00 de la mañana, después de que mi hijo se viese involucrado en un accidente automovilístico. Él luchaba por su vida. Su hija, mi única nieta, trágicamente había perecido en el accidente. Mis pensamientos, temores y dolor no me dejaban conciliar el sueño.
Mientras estaba sentado allí, preguntándole a DIOS ¿por qué? ÉL me reveló SU gracia y paz. Allí se hallaba un hombre que más tarde descubrí había luchado contra un cáncer por 7 años, perdió a su esposa por el cáncer, y que tenía a su propio hijo en coma en la Unidad de Cuidados Intensivos; sin embargo, este hombre se acercó a mi esposa y a mí y nos preguntó si necesitábamos una frazada o almohada.
El hospital en Fort Worth, Texas, le permitía a la gente literalmente “acampar” en la sala de espera de la Unidad de Cuidados Intensivos, y ya que éramos los nuevos en el lugar, no estábamos al tanto de esos detalles. Este hombre, quien todavía llevaba una enorme carga, se extendió y puso su fe en acción, aún en medio de su propia desesperación.
DIOS me mostró a través del simple acto de bondad de este hombre, que Él se basta para sacarnos adelante de cualquier situación. Mi hijo sobrevivió y enterramos a nuestra nietecita de un año.
He podido ver cómo DIOS se ha manifestado en nuestras vidas y nos ha ofrecido esperanza, aún en nuestra hora más oscura. Este simple acto de bondad me demostró que DIOS puede obrar a través nuestro, aún cuando nuestras cargas nos tengan contra el piso.
Se nos olvida que otros luchan más que nosotros, sufren más que nosotros y podrían llorar más que nosotros y sin embargo no retroceden ni se encasillan, sino que han entendido la bendición de tocar a otros aún con gestos y detalles pequeños que podrían cambiar el rumbo de la vida.
Y nosotros también podemos ofrecer nuestro hombro a aquellos que están solos y tristes. Mostremos a esas personas el camino, que es JESUCRISTO. Solamente ÉL comprende los problemas y, en SU gracia, tiene la solución para todo.
MMC
OREMOS: PADRE Celestial, gracias por el hombro amigo que siempre tenemos en TÍ, especialmente en los momentos de tristeza por los cuales pasamos. Dame siempre también la voluntad para auxiliar aquellos que necesitan de aliento y por medio de este obrar, poder compartir el mensaje de TU amor y esperanza. En el nombre de CRISTO te agradecemos y pedimos. Amén.
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