Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
SOLO, POBRE Y OLVIDADO
MATEO 25:21 ”Bien, siervo bueno y fiel; en lo poco fuiste fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu Señor."
Fue un verdadero niño prodigio. A los cuatro años de edad tocaba sus propias composiciones. A esa misma edad daba conciertos de piano. A los seis triunfaba en varios países de Europa. Los críticos lo comparaban a Mozart o Liszt. Era, en todo sentido de la palabra, un niño prodigio.
El célebre psicólogo Dr. Geza Revesz de Amsterdam escribió sobre el un libro clásico: “LA PSICOLOGÍA DE UN PRODIGIO MUSICAL”. Todo el mundo le auguró una brillantísima carrera artística. Todo lo tenía ganado. El mundo de la música sabía que el sería el siguiente Mozart.
Pero Ervin Nyiregyhazi, nacido en Hungría en 1903, murió en Los Ángeles, California, a los ochenta y cuatro años de edad, viejo, solo y olvidado. ¿Cuál fue la razón de su eclipse? Una vida tempestuosa. Su vida borrascosa lo llevó a casarse y divorciarse diez veces.
Son muchos los grandes artistas y las personas famosas en su tiempo, de quien se dice que murieron «solos, pobres y olvidados». Lo mismo pasó con Nyiregyhazi. Nació con todas las virtudes del genio. Pudo haber sido tan grande como cualquiera de los grandes prodigios musicales del pasado, pero su vida ética y moral no corrió a la par con su talento.
La historia está llena de tales casos. Cada hombre nace con un puñado de virtudes, pero no son las virtudes las que garantizan el triunfo en la vida, sino lo que se hace con ellas.
DIOS es justo, y a todos ofrece el potencial de crecer, desarrollarse y llevar una vida abundante y feliz. Pero los talentos personales y las oportunidades de la vida tienen que ser aprovechados y usados en una forma moral, ética y espiritual. No basta ser un genio. También hay que ser honesto.
DIOS ha trazado para todo ser humano normas y caminos de honradez, decencia, bondad y espiritualidad, y ya sea uno un genio o un ser desconocido sin renombre, la responsabilidad es la misma. Si se violan las normas de DIOS, con todo y talentos y renombre se morirá derrotado en espíritu.
DIOS en Su magnífica misericordia nos ha dotado de talentos a todos, los cuales ÉL ha tenido a bien ponerlos en nuestra vida para que con éllos honremos Su Nombre. Lo malo es que muchas veces hemos sido dotados de talentos los cuales no estamos usando como DIOS quiere que los usemos o muchas veces no permitimos que esos talentos que DIOS ha puesto en nuestra vida salgan a la luz.
Al hacer de CRISTO JESÚS el Señor de nuestra vida, sólo ÉL nos dará los medios para que esos talentos puedan ser desenterrados y desarrollados apropiadamente. Sólo así podremos llevar una vida, si no genial, sí fructífera, abundante y feliz. Con nuestra conciencia limpia tendremos paz, libertad, gozo y satisfacción. Eso vale mil veces más que talentos sin estructura espiritual. Rindámosle al SEÑOR nuestra vida. ÉL la hará victoriosa y feliz.
OREMOS: Padre Celestial, qué fácilmente olvido lo fugaz y lo temporal de esta vida. En vez de buscar multiplicar, en clave al amor a los demás, los talentos con los que has enriquecido mi vida, frecuentemente me dejo atrapar por el camino fácil de la comodidad o la ley del menor esfuerzo. Concédeme la gracia de saber, reconocer y multiplicar los talentos y dones recibidos. En el nombre de JESÚS. Amén.
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