Quietud…
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Bendiciones,
Enio
Meditación
Diaria
¿ESTÁS VIVIENDO CON DEMASIADA PRISA?
SALMOS 62:1-2 "En DIOS solamente
está acallada mi alma; de El viene mi salvación. El solamente es mi roca y mi
salvación; es mi refugio, no resbalaré mucho."
El mundo que nos rodea pone cada vez más énfasis en la importancia de
obtener grandes logros, hacer más y ser mucho más. Con mucha facilidad caemos
en un círculo interminable de actividades que consumen nuestro tiempo de tal
manera que sin apenas darnos cuenta llega la noche, estamos sumamente cansados
y en la mayoría de las ocasiones nos faltó tiempo para completar muchas de esas
actividades.
Así van pasando nuestros días, dejando en nosotros cargas,
preocupaciones y tensiones que se van acumulando y llegan a producir
agotamiento físico y mental.
Cuando David escribió el Salmo 62, estaba en medio de fuertes pruebas
que ponían sobre el grandes presiones mentales, emocionales y físicas, al punto
que se sentía exhausto. Quizás intentó conseguir el tan deseado descanso de
diferentes maneras, pero en el pasaje de hoy expresa con toda certeza la única
y verdadera forma de obtener un descanso profundo y verdadero. "En DIOS
solamente está acallada mi alma”, declara David. En otras palabras: “Solamente
en el Señor puedo encontrar verdadero sosiego.”
Debemos aplicar la experiencia de David en nuestras vidas. Para éllo
tenemos que encontrar el tiempo para estar quietos delante del Señor y
descansar en Él.
En una hermosa escena del evangelio según San Marcos, Jesús dijo a sus
discípulos: "Venid
vosotros aparte a un lugar desierto, y descansad un poco." (Marcos 6:31). Ciertamente el Señor estaba consciente de la
necesidad humana de hacer un alto en el corre - corre, y tomar un tiempo para
descansar física y mentalmente.
Sin duda alguna pasar unos días de vacaciones
en la playa o en la tranquilidad de un retiro montañoso resulta muy beneficioso
para un cuerpo y una mente que necesitan descanso. Pero hay ocasiones en las
que se requiere un descanso aún mayor y más profundo.
Jesús también está consciente de esto. Por eso
en Mateo 11:28 nos dice: "Venid a mí todos los que
estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar." El descanso que
Jesús nos ofrece es mucho más profundo y reparador que aquel que podemos
obtener por nuestros propios medios.
Descansar en DIOS es simplemente echarnos en Sus brazos y permitirle
que se haga cargo de nuestros problemas, de nuestras cargas, de nuestras
preocupaciones.
El mismo David nos da otro consejo en el Salmo 55:22: “Echa sobre Jehová tu carga, y El te
sustentará...” Cuando lo hacemos, entonces nuestro espíritu se renueva,
nuestra mente apresurada se aquieta, una gran paz llena nuestros corazones, y
sentimos nuevas fuerzas para continuar adelante.
ORACIÓN: Padre mío,
reconozco que he estado viviendo muy apresuradamente, y no he dado prioridad a
pasar un tiempo tranquilo en tu compañía. Ayúdame a estar quiet@ y reconocer la
necesidad de venir a Ti cada día en busca de ese descanso que sólo Tú puedes
dar. En el nombre de Jesús, Amén.
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