A veces
tratamos de hacer las cosas bien, pero...
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Bendiciones,
Enio
Meditación
Diaria
PANCAKES
Renuevo de Plenitud
SALMOS 103:10 "DIOS no nos ha dado el pago que merecen nuestras
maldades y pecados"
El pequeño Luis, de
seis años, decidió una mañana prepararle “pancakes” a sus papás para desayunar.
Encontró un gran tazón
y una cuchara, acercó una silla a la mesa, y trató de alzar el pesado paquete
de harina para abrirlo.
La mitad del paquete
quedó desparramada entre la mesa, la silla y el suelo. Tomó toda la que pudo
con sus manitas y la puso dentro del tazón, después le puso un poco de leche y
azúcar, haciendo una mezcla pegajosa que empezaba a chorrear por los bordes.
Además había ya pequeñas huellas de harina por toda la cocina, dejadas por él y
su perrito.
Luis estaba totalmente
cubierto con harina, y estaba empezando a frustrarse. Él quería darle una
sorpresa a sus papás haciendo algo muy bueno, pero todo le estaba saliendo al
revés. No sabía qué más había que agregar a la pasta, o si había que hornear
los “pancakes”, pues ni siquiera sabía cómo usar el horno.
Cuando miró otra vez la
mesa, su perrito estaba lamiendo el tazón, por lo que corrió a apartarlo de la
mesa, pero por accidente derramó la botella de leche y además se quebraron unos
huevos que había sobre la mesa al caer éstos al suelo.
Intentó agacharse para
limpiar, pero se resbaló y quedó con toda su pijama pegajosa, llena de harina y
huevo. En ese momento, vio a su papá de pie en la puerta. Dos grandes lágrimas
se asomaron a sus ojos. Él solo quería hacer algo bueno, pero en realidad había
causado un gran desastre.
Estaba seguro de que su
papá lo iba a regañar y muy posiblemente, castigarlo. Pero su papá sólo lo
miraba en medio de aquel desorden. Entonces, caminando encima de todo aquello,
tomó en sus brazos a su hijo que lloraba, y le dio un gran abrazo lleno de
amor, sin importarle llenarse él mismo de harina y huevo.
Así es como DIOS nos
trata. A veces tratamos de hacer las cosas bien, pero sin querer terminamos
haciendo un desastre.
Discutimos y peleamos
en familia, insultamos a un amigo, hacemos mal nuestras obligaciones, y
desordenamos nuestra vida.
Otras veces, sólo
podemos llorar, porque ya no sabemos qué más hacer.
Entonces, es cuando DIOS
nos toma en sus brazos, nos perdona y nos demuestra que nos ama, sin importarle
que pueda ensuciarse con nuestra suciedad.
Pero por el simple hecho de habernos equivocado, no debemos dejar de “preparar pancakes” para DIOS o para alguien especial.
Pero por el simple hecho de habernos equivocado, no debemos dejar de “preparar pancakes” para DIOS o para alguien especial.
Tarde o temprano lo
lograremos y DIOS estará orgulloso de nosotros, porque no nos dimos por
vencidos.
ORACIÓN:
Gracias Padre Celestial por las muestras de Tu amor. En en nombre de Cristo,
amén.
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