domingo, 15 de diciembre de 2013

¿POR QUÉ TANTO ALBOROTO?

Es Jesucristo, el Hijo de DIOS
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Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
¿POR QUÉ TANTO ALBOROTO? 
1a TIMOTEO 1:15 “Palabra fiel y digna de ser recibida por todos: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero.”
¿Por qué tanto alboroto? Sin lugar a dudas esta época del año es una de las más ajetreadas y en la cual más cosas tenemos para hacer, desde decidir qué comprar de regalo para nuestras familias, hasta qué preparar de comida y dónde reunirnos a comer. Y ésto sin contar las celebraciones con los compañeros de trabajo, los amigos, o los vecinos.
Los meses que culminaron en la primera Navidad también fueron muy ajetreados. Cuando el ángel anunció que María iba a tener un hijo, José podría haberla dejado, pero sin embargo, bajo la dirección de DIOS, se casó con élla.
El emperador César convocó a un censo nacional, por lo que María y José tuvieron que hacer un viaje muy largo para llegar a Belén, pero cuando llegaron, no encontraron dónde alojarse porque todo estaba ya ocupado. Era una noche oscura y fría, pero el único lugar que hubo para recibir al Mesías fue un establo.
El anuncio de un ángel hizo que algunos pastores salieran corriendo en la oscuridad de la noche para ir a ver al Salvador. Y el ajetreo siguió cuando la familia tuvo que huir a Egipto, y continuó… aún en el Calvario y en el jardín de José de Arimatea al tercer día.
¿Por qué tanto alboroto? ¿QUIÉN es ese niño que nació causando tanta conmoción? ¿QUIÉN es que sigue causando conmoción todavía hoy, más de dos mil años más tarde?
Es Jesucristo, el Hijo de DIOS, nuestro Salvador. Jesucristo vino al mundo para que nuestros pecados fueran perdonados… los pecados del pasado, los del presente, y los del futuro.
Éso es lo que recordamos y celebramos en esta época... gracias a Él tenemos motivo para celebrar ahora... y en la eternidad.

ORACIÓN: Misericordioso Padre, ayúdanos para que, entre tanto ajetreo y alboroto, sepamos encontrar la esperanza, la alegría, y la paz que tenemos por haber sido perdonados en Jesús. En su bendito nombre. Amén. 

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