Las muestras de Su
amor…
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meditación.
Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
LA DEVOCIÓN
DE DIOS
EFESIOS 3:17-19 “Y pido que, arraigados y cimentados en amor, puedan comprender, junto con
todos los santos, cuán ancho y largo, alto y profundo es el amor de Cristo; en
fin, que conozcan ese amor que sobrepasa nuestro conocimiento, para que sean
llenos de la plenitud de DIOS”.
En 1826, el escritor
británico Thomas Carlyle se casó con Jane Welsh, otra escritora de renombre. Élla
se dedicó a respaldar el éxito de su esposo y lo ayudaba de todo corazón. Debido
a una dolencia estomacal y a una enfermedad nerviosa, él tenía un temperamento
bastante irritable. Por esa razón, élla le preparaba comidas especiales y
trataba de mantener la casa lo más silenciosa posible, para que él pudiera
escribir.
Por lo general, Thomas
no valoraba el espíritu servicial de Jane ni pasaba mucho tiempo con élla. Sin embargo,
refiriéndose a su esposa, le escribió a su madre lo siguiente: «Debo reconocer
de corazón que élla […] me ama con una devoción que me resulta misterioso
entender que pueda merecerlo. Élla […] mira con tanta dulzura y
optimismo mi rostro sombrío, que me transmite una nueva esperanza cada vez que
encuentro su mirada».
¡Nosotros también
tenemos a Alguien que nos ama con una devoción que no podemos comprender que
merezcamos, debido a nuestra condición de pecadores!
Esa Persona es DIOS el
Padre, «que no
escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros»
(Romanos
8:32). Su amor es ancho, largo, profundo y
alto, y también excede todo conocimiento.
Entender, comprender y
apreciar el amor de DIOS es algo tan vital, que así como Pablo oraba para que
los efesios estuvieran «arraigados y cimentados» en ÉL, lo estemos
nosotros también. No hay mayor gozo que saber que DIOS te ama.
ORACIÓN: Gracias Señor por las muestras de Tu amor. En el nombre de Cristo, amén.
Efesios 3:14-21 Súplica al Padre
14 Por todo lo cual me pongo de
rodillas ante el Padre, 15 origen
de toda paternidad tanto en el cielo como en la tierra, 16 y le pido que, conforme
a la riqueza de su gloria, su Espíritu los llene de fuerza y energía hasta lo
más íntimo del ser. 17 Que
Cristo habite, por medio de la fe, en el centro de la vida de ustedes y que el
amor les sirva de cimiento y de raíz. 18 Serán así capaces de entender, en unión con todos
los creyentes, cuán largo y ancho, cuán alto y profundo 19 es el amor de Cristo; un
amor que desborda toda ciencia humana y los colma de la plenitud misma de Dios.
20 A Dios que, desplegando su poder
sobre nosotros, es capaz de realizar todas las cosas incomparablemente mejor de
cuanto pensamos o pedimos, 21 a
él la gloria en Cristo y en la Iglesia, de edad en edad y por generaciones sin
término. Amén.
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