jueves, 1 de mayo de 2014

GRATITUD EN LAS TORMENTAS DE LA VIDA

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Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
GRATITUD EN LAS TORMENTAS DE LA VIDA
1a TESALONICENSES 5.18 “Den gracias a DIOS en toda situación, porque esta es su voluntad para ustedes en Cristo Jesús.”
Nadie está libre de pruebas en la vida. Para ser realistas, como a todos nos pudiera suceder, tú estás ahora o en una tormenta, o saliendo de una, o a punto de entrar en otra; y si no estás ahora pasando por un momento difícil, probablemente lo estarás pronto; éstas no parecen ser buenas noticias.
Pero si tenemos una gran esperanza: servimos a un DIOS misericordioso que provee a las mil maravillas, sobre todo en los tiempos de oscuridad de la vida. Es conocido el pasaje de una noche tempestuosa en el mar de Galilea, cuando Jesús le dijo a sus discípulos: "¡Tened ánimo; yo soy, no temáis!"; luego el viento se calmo y hubo paz. El Señor provee para nosotros hoy lo mismo que hizo con sus discípulos en esa perturbadora situación:
Primero: La presencia de DIOS, -el Padre Celestial, da a sus hijos Su presencia y la promesa de que nunca los abandonará (Hebreos 13:5-6). Este es, quizás, el mejor regalo, porque gracias a este conocimiento ÉL nos infunde consuelo, valor y confianza.
Segundo: Una vida de salida, -el Señor bendice a sus hijos con una vía de salida en medio de las dificultades. El tiene todo el control de nuestras tormentas, y usará la prueba para llevar a cabo su propósito. Es posible que no lo entendamos, pero podemos confiar en que Su mano nos guiará, y seremos bendecidos. A veces, el motivo y el beneficio de una dificultad se hacen evidentes, mientras que en otros casos no.
Tercero: El potencial para crecer, -el Padre Celestial da a los creyentes el potencial para crecer. Las dificultades son para que ejercitemos confianza, y tiempos para conocer más a fondo quién es DIOS y cuán grandes son Su poder y Su amor.
Cuarto: La Protección, -DIOS no necesariamente evita que los creyentes experimenten sufrimiento o desilusiones. Detener las tormentas puede ser nuestro objetivo, pero desde la perspectiva de DIOS, la adversidad puede ser necesaria para que maduremos espiritualmente. Sin embargo, el Padre celestial nos da su protección permaneciendo con nosotros en la lucha. Después de recibir a Jesús como nuestro salvador, tenemos la promesa de que DIOS mora en nosotros, y de que nunca nos dejará. Es más, tenemos la seguridad de que nada podrá separarnos de su amor (Romanos 8:38-39). Así pues, nuestro DIOS siempre camina con nosotros en medio de las dificultades, dándonos Su orientación y Su verdad en la situación.
Quinto: La Paz -aunque las dificultades causan ansiedad, los creyentes tienen la paz de DIOS. Esta serenidad interior no depende de que mejoren las circunstancias. Es, más bien, el resultado de nuestra relación con ÉL. Nuestro principal enfoque no debe ser la solución del problema, sino nuestra dependencia de DIOS.
Cuando conocemos la ayuda de DIOS en las pruebas, podemos expresar gratitud. Hacerlo nos permitirá fijar nuestros ojos en ÉL, no en nuestra circunstancia. Muchas veces no sabemos cuál es el propósito de cada prueba, pero sí sabemos que nuestro Señor es misericordioso y digno de confianza. Nadie se deleita con las pruebas, pero recuerda expresar gratitud por la mano de DIOS en tu vida, y por la manera como ÉL usará la adversidad para ayudarte a ser todo lo que DIOS tiene previsto para ti.
Las pruebas son oportunidades para confiar en el Creador y conocerlo mejor. Jesús dijo que tendríamos muchas aflicciones en esta vida (Juan 16:33), pero, por más desagradables que sean las pruebas, hay muchas razones para dar gracias. Y si todavía te resulta difícil sentir ser agradecido, piensa por un momento en la cruz del Calvario, en el dolor y el sufrimiento tan terribles que Jesús soportó por ti y por mí. Todo con el fin de librarnos de la condenación y darnos vida eterna junto a ÉL en el cielo.
¿Crees que puedes dar gracias a DIOS en este momento?
ORACIÓN: Amante Padre Celestial, reconozco que para mí es imposible sentir gozo y gratitud en medio de las pruebas y las situaciones difíciles que tengo que atravesar. Te pido que sea tu Espíritu Santo produciendo en mí Su fruto de gozo y de paz, para que yo pueda darte gracias cualesquiera sean las circunstancias que me rodeen, confiando que todo obrará para bien. En el nombre de Jesús, amén.


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