En
el nombre de Jesús, amén.
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Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
LA ORACIÓN EN EL NOMBRE DE JESÚS
JUAN
14:14 "14Si algo pedís en mi nombre, yo lo haré."
Cuando cultivamos una vida de
oración firme, nuestra manera de vivir y de ver las cosas cambian. Mediante la
oración, el Señor puede transformar nuestra debilidad en Su fortaleza, nuestra
ignorancia en Su sabiduría y nuestro vacío en Su plenitud. El Señor Jesús está
comprometido a darnos todo lo que pidamos en su nombre. Pero, ¿qué significa
esto realmente?
Orar en Su nombre significa
reconocer que el Señor Jesús ha abierto el camino para que tengamos acceso al
Padre. Cualquier persona que crea en la muerte de Cristo como pago total por sus
pecados y le reciba como Su Salvador personal puede, asombrosamente, acercarse
al trono de DIOS Todopoderoso. "16 Así que,
cuando tengamos alguna necesidad, acerquémonos con confianza al trono de Dios.
Él nos ayudará, porque es bueno y nos ama." (Hebreos 4.16)
Orar en Su nombre significa
ejercer la
autoridad que
ÉL ha dado a cada hijo nacido de nuevo. Jesús, el heredero de todas las cosas, nos
ha hecho “coherederos” con ÉL "14 Todos los que son
guiados por el Espíritu de Dios, son hijos de Dios, 15 pues no habéis
recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que
habéis recibido el Espíritu de adopción, por el cual clamamos: «¡Abba, Padre!» 16 El Espíritu mismo
da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios. 17 Y si hijos, también
herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos
juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados." (Ro
8.14-17).
Entender nuestra posición debe
darnos confianza y osadía para pedir con humildad y esperar la maravillosa
respuesta de DIOS. Estamos en una misión que nos obliga a ser personas de
oración —conectadas siempre con el poder del Espíritu Santo—, clamando siempre
al Padre y dependiendo siempre de ÉL como nuestra fuente de ayuda.
Orar en el nombre de Jesús
significa conformidad con
Su voluntad. Tú pides al Padre que supla tu necesidad o tu deseo como lo haría
Jesús, de estar ÉL en tu situación.
Si tú oras con esta actitud, DIOS
te revelará Su voluntad, porque tú desearás hacer solo lo que ÉL quiera. Esta
es la clase de oración que cambia al mundo.
ORACIÓN:
Señor mi Dios. Tú como mi Padre Celestial me bendices
diariamente y estoy muy agradecido por todo éllo. Reconozco que todo viene de
Ti y yo debo administrar bien Tus cosas. Ayúdame a cumplir Tu voluntad. En el
nombre de Cristo Jesús, amén.
Leer| Juan 14.7-27 (RVR1995)
7 Si me conocierais, también
a mi Padre conoceríais; y desde ahora lo conocéis y lo habéis visto.
8 Felipe le dijo: —Señor,
muéstranos el Padre y nos basta.
9 Jesús le dijo: —¿Tanto
tiempo hace que estoy con vosotros y no me has conocido, Felipe? El que me ha
visto a mí ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: “Muéstranos el
Padre”? 10 ¿No crees que yo soy en el
Padre y el Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo por mi
propia cuenta, sino que el Padre, que vive en mí, él hace las obras. 11 Creedme que yo soy en el
Padre, y el Padre en mí; de otra manera, creedme por las mismas obras.
12 »De cierto, de cierto os
digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él también las hará; y aun
mayores hará, porque yo voy al Padre. 13 Todo lo que pidáis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre
sea glorificado en el Hijo. 14 Si algo pedís en mi
nombre, yo lo haré.
LA PROMESA DEL
ESPÍRITU SANTO
15 »Si me amáis, guardad mis
mandamientos. 16 Y yo rogaré al Padre y os
dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: 17 el Espíritu de verdad, al
cual el mundo no puede recibir, porque no lo ve ni lo conoce; pero vosotros lo
conocéis, porque vive con vosotros y estará en vosotros.
18 »No os dejaré huérfanos;
volveré a vosotros. 19 Todavía un poco, y el
mundo no me verá más, pero vosotros me veréis; porque yo vivo, vosotros también
viviréis. 20 En aquel día vosotros
conoceréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí y yo en vosotros. 21 El que tiene mis
mandamientos y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama será amado por
mi Padre, y yo lo amaré y me manifestaré a él.
22 Le dijo Judas (no el
Iscariote): —Señor, ¿cómo es que te manifestarás a nosotros y no al mundo?
23 Respondió Jesús y le dijo:
—El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre lo amará, y vendremos a él y
haremos morada con él. 24 El que no me ama no guarda
mis palabras; y la palabra que habéis oído no es mía, sino del Padre que me
envió.
25 »Os he dicho estas cosas
estando con vosotros. 26 Pero el Consolador, el
Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las
cosas y os recordará todo lo que yo os he dicho.
27 »La paz os dejo, mi paz os
doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón ni tenga miedo.
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