TODOS LOS DÍAS APRENDEMOS ALGO....

Nuestro aprendizaje

Comparte esta meditación.

Bendiciones,

Enio

Meditación Diaria

TODOS LOS DÍAS APRENDEMOS ALGO…

SALMOS 40:3 “Puso en mis labios un cántico nuevo, un himno de alabanza a nuestro DIOS. Al ver esto, muchos tuvieron miedo y pusieron su confianza en el Señor”.

Nuestra vida es un constante proceso de aprendizaje. Todos los días estamos aprendiendo algo nuevo y mientras más aprendemos, más nos damos cuenta de lo mucho que nos falta por aprender. El sabio filósofo Sócrates lo expuso a su manera: «Sólo sé que no sé nada» y el melancólico y sabio Rey Salomón nos explicó que «mientras más sabiduría, más problemas; mientras más se sabe, más se sufre»  De manera tal que todos los días nos están ocurriendo situaciones cuyo propósito es que aprendamos y maduremos en la vida como hijos de DIOS.

Otras veces lo que nos sucede tiene como propósito el aprendizaje de otros y la idea es que podamos compartir nuestras experiencias a través de un testimonio sobre las maravillas y bondades de la protección de DIOS sobre nuestras vidas. 

Quizás en este momento no entiendas por qué te están sucediendo todas estas dificultades.  Lo que debes entender es que todo tiene un propósito y está dentro de los planes de DIOS.  Algún día te darás cuenta la razón y el por qué de tus temporales tribulaciones y te gozarás en saber que DIOS ha estado utilizando tus experiencias para bendición de otros.

Aprendamos a confiar en DIOS y confiar en que a pesar de las pruebas y los problemas, ÉL sabe lo que está haciendo.  ÉL es un DIOS de amor.

ORACIÓN: Señor y Padre Eterno aquí estoy presente ante Ti, un ser humano imperfecto y confundido,  Padre reconozco que la mayoría de las veces no comprendo lo que Tú estás haciendo, ni entiendo la razón de mis dificultades por las que paso o lo que Tú me intentas decir a través de mis pruebas y a raíz de ésto peco contra Ti, diciendo cosas que no debo y apresurándome a hacer cosas que Tú no apruebas.

Más Tú todo lo sabes Padre y conoces mis necesidades. Te pido Señor que traigas calma a mi corazón, serenidad a mi vida y que me enseñes a esperar en Tí y a no tomar decisiones apresuradas y equivocadas. Dame entendimiento y abre mis ojos espirituales para poder ver más allá de lo que el mundo me enseña.

Señor aunque no Te veo, hoy declaro que Tú eres real y que Tú estás ahí escuchándome y en este día voy a creerte a Tí solamente, hoy no voy a dudar, hoy voy a confiar que Tú eres más grande que mi problema, más grande que mi situación y más grande que mi prueba.

Ven a mi corazón Señor Jesús, pon tu Santo Espíritu en mi y renueva mi vida. ¡En el nombre de Jesús, amén!