domingo, 1 de mayo de 2016

CUANDO NOS SINTAMOS IMPOTENTES


Jesucristo te libera…
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Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria  
CUANDO NOS SINTAMOS IMPOTENTES
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SALMOS 50:15 "Invócame en el día de la angustia; te libraré y tú me honrarás, dice Jehová."
En las películas de aventuras, a menudo vemos personas atrapadas e impotentes, buscando frenéticamente una manera de escapar. Podemos, a veces, sentir que la vida real es así, y cuando comenzamos a buscar una salida, nuestras oraciones se llenan de ruegos de auxilio —por salud física, por cambio de circunstancias, por ayuda para cubrir nuestras necesidades, etc., etc.—.
¿Has pensado alguna vez que más importante que el socorro físico es la liberación espiritual? "12 porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este mundo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes". (Efesios 6:12).
Ante todo, Jesucristo te ha liberado del poder y del castigo del pecado. Como Tu Salvador, ÉL conoce tu impotencia contínua frente a hábitos pecaminosos, emociones descontroladas y malos pensamientos. ÉL quiere liberarte de esos pecados. Por tanto, procura Su promesa de socorro espiritual cada día, ya sea que una crisis física amenace o no tu vida.
Sigue el ejemplo del salmista, quien clamó a DIOS por liberación. El Salmo 50:15 dice: “Invócame en el día de la angustia; te libraré, y tú me honrarás”. Comienza por reconocer delante de DIOS tu impotencia.
Confiesa cualquier temor, incredulidad o autosuficiencia que puedas detectar en tu vida.  Renuncia a todos tus intentos por cambiar, que dejen de lado al Padre Celestial. Vuelve a ÉL tu mirada.
Piensa en tu relación con ÉL, en Quién es y en Lo que desea. Deja que el Espíritu Santo llene tu espíritu con la verdad de la Palabra de DIOS. Escudríñala y medita en élla.
Comprométete a seguir la voluntad del Señor. Confía en ÉL, y espera el cambio que hará en tu vida. Llegará el día cuando el sentimiento de impotencia se marchará al ser reemplazado por el gozo de ser libre. Cuando esto suceda, dale la gloria a DIOS.
ORACIÓN: Padre Celestial. Gracias por las bendiciones que me das diariamente. Gracias por la vida, la salud, mi familia, el trabajo, mis amigos, etc., etc. Gracias por las muestras de Tu amor. Señor, me acerco a Ti para que me ayudes a salir de mis problemas (menciona aquí), los dejo en Tus pies, Señor. Ayúdame a superarlos. Confío en Ti Señor. En el nombre de Cristo, amén.

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