sábado, 7 de mayo de 2016

UNA IGLESIA COMPASIVA


Ama a tu prójimo como a ti mismo.
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Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
UNA IGLESIA COMPASIVA
LUCAS 10:27 "27 Aquél, respondiendo, dijo: —Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo."
¿Entiendes tú, que los creyentes no deben mirar más allá del cuerpo de Cristo para encontrar respuestas a sus necesidades? Fuímos hechos para ser un cuerpo que se vale por sí mismo.
Después de varias décadas en el ministerio, he encontrado sólo una manera para que la iglesia funcione como debe: los creyentes deben comprometerse a ser de bendición para los demás.
Por ejemplo, un hombre decide orar y luchar al lado de un hermano que sufre, hasta que la gravosa situación se resuelva. O una mujer se ofrece a responder las preguntas que tiene una creyente nueva sobre el mensaje del Domingo. Hay muchas otras formas de servir a otros, puede ser transportando a una persona anciana a la iglesia, enseñando una clase de la Escuela Dominical, o visitando a una agotada madre soltera para escuchar sus preocupaciones, etc., etc.
Antes de que las necesidades que hay en tu iglesia te agobien, permítame recordarte que el amor a los hermanos es un esfuerzo de toda la iglesia. Una sola persona no puede satisfacer todas las necesidades.
Así que, si tú te comprometes a servir a un pequeño grupo de personas que DIOS ha traído a tu vida, y renuncias a tus preferencias personales en cuanto a tiempo y recursos, el Señor te bendecirá con más gozo y más contentamiento de los que tú jamás haya conocido.
Servir a los demás antes de servirse a uno mismo es practicar el cristianismo auténtico. Estoy seguro de que si nos comprometemos a dar respuesta a las necesidades que el Señor nos presente, nuestras iglesias serán transformadas en un verdadero cuerpo de creyentes que funcionan juntos para la gloria de DIOS.
ORACIÓN: Gracias Padre Celestial por las oportunidades que nos presentas para servirte dentro de mi comunidad religiosa e independientemente. Ayúdame a cumplir fielmente Tu voluntad. Que Tu Espíritu Santo me guíe para que todo lo que haga sea de Tu agrado. En el nombre de Cristo, amén.
El buen samaritano
25 Un intérprete de la Ley se levantó y dijo, para probarlo: —Maestro, ¿haciendo qué cosa heredaré la vida eterna?
26 Él le dijo: —¿Qué está escrito en la Ley? ¿Cómo lees?
27 Aquél, respondiendo, dijo: —Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo.
28 Le dijo: —Bien has respondido; haz esto y vivirás.
29 Pero él, queriendo justificarse a sí mismo, dijo a Jesús: —¿Y quién es mi prójimo?
30 Respondiendo Jesús, dijo: —Un hombre que descendía de Jerusalén a Jericó cayó en manos de ladrones, los cuales lo despojaron, lo hirieron y se fueron dejándolo medio muerto. 31 Aconteció que descendió un sacerdote por aquel camino, y al verlo pasó de largo. 32 Asimismo un levita, llegando cerca de aquel lugar, al verlo pasó de largo. 33 Pero un samaritano que iba de camino, vino cerca de él y, al verlo, fue movido a misericordia. 34 Acercándose, vendó sus heridas echándoles aceite y vino, lo puso en su cabalgadura, lo llevó al mesón y cuidó de él. 35 Otro día, al partir, sacó dos denarios, los dio al mesonero y le dijo: “Cuídamelo, y todo lo que gastes de más yo te lo pagaré cuando regrese.” 36 ¿Quién, pues, de estos tres te parece que fue el prójimo del que cayó en manos de los ladrones?
37 Él dijo: —El que usó de misericordia con él.
Entonces Jesús le dijo: —Ve y haz tú lo mismo.

 

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