Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.
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Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
¿ESTÁS
VIVIENDO CON OPTIMISMO?
JUAN 5:6-9 ‘‘Cuando Jesús
lo vio acostado, y supo que llevaba ya mucho tiempo así, le dijo: ¿Quieres ser
sano? Señor, le respondió el enfermo, no tengo quien me meta en el estanque
cuando se agita el agua; y entre tanto que yo voy, otro desciende antes que yo.
Jesús le dijo: Levántate, toma tu lecho, y anda. Y al instante aquel hombre fue
sanado, y tomó su lecho, y anduvo.”
Hace años un hombre llamado David
Gelernter sufrió lesiones permanentes al abrir un paquete explosivo que le
envió un individuo conocido como “El Unabomber”. Ha pasado mucho tiempo y
Gelernter todavía sufre dolores y molestias cada día de su vida. Sin embargo,
él siempre se ha negado a verse a sí mismo como una víctima indefensa y a
refugiarse en la autocompasión.
En una ocasión Gelernter escribió: “Si se mueve a una persona a que se vea como víctima de algo (ya sea un
delito, la pobreza, la intolerancia, una enfermedad, los prejuicios o la mala
suerte), se le hace la carga más pesada".
En el ser humano existe una
tendencia a verse a sí mismo como víctima de las injusticias y la maldad de
este mundo. Es fácil echarle la culpa a la mala suerte o a las circunstancias
por habernos despojado de alguna manera de la oportunidad de ser la clase de
persona que deseábamos ser. Cuando actuamos de esta manera vivimos en un estado
de conformismo negativo que elimina toda esperanza de mejorar.
En el pasaje de hoy, Jesús hizo una
pregunta a un hombre paralítico que estaba acostado junto al estanque de
Betesda. Con amante compasión le dijo: “¿Quieres ser sano?” Aquel hombre contestó con un
lamento: “Señor, no tengo
quien me meta en el estanque cuando se agita el agua; y entre tanto que yo voy,
otro desciende antes que yo.” Este hombre llevaba treinta y ocho
años enfermo, sin poder caminar. Sin duda había perdido toda esperanza, y en su
lugar lo invadía un sentimiento totalmente pesimista. Deseaba ser sano, pero su
pesimismo le impedía hacer algo para lograrlo. Jesús entonces, sin tener en
cuenta sus quejas, le dijo: “Levántate, toma
tu lecho, y anda.” Es como si le hubiera dicho: “Anímate, esfuérzate, deja tu pesimismo y ten fe”. Cuando el hombre obedeció,
inmediatamente fue sanado.
Puesto que vivimos en un mundo
corrompido por el pecado, sufriremos pruebas y aflicciones. Hay cosas que
quizás no podamos cambiar, pero ciertamente muchos obstáculos desaparecerían si
aplicáramos esta enseñanza. Escucha atentamente la pregunta que te hace Jesús: “¿Quieres ser sano?” “¿Quieres salir de esa situación en que te
encuentras?” “¿Quieres vivir en victoria?” No mires a las circunstancias. El
que te habla está muy por encima de éllas. ÉL ha vencido al mundo. No sientas
lástima de ti mismo. DIOS puede bendecirte y glorificar Su nombre aunque estés
en medio de una terrible prueba. Mira al futuro con optimismo y confía en DIOS.
Levántate y marcha adelante en el nombre del Señor. Apóyate en Su fortaleza y
actúa en fe. Entonces verás un milagro.
ORACIÓN: Padre
Santo, ayúdame a mirarte aTí en lugar de las
circunstancias que me rodean. Pon en mí un espíritu optimista que me anime a
vivir confiado en lugar de compadecerme de mí mismo y no hacer nada para
mejorar mi vida. Hoy yo declaro que "todo lo
puedo en Cristo que me fortalece", y marcho adelante en victoria. En el nombre de Jesús, amén.
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