lunes, 26 de abril de 2021

EL DIOS DE TODA CONSOLACIÓN

Nuestro compasivo SEÑOR.

Comparte esta meditación.

Bendiciones,

Enio

Meditación Diaria

EL DIOS DE TODA CONSOLACIÓN

Nuestro Pan Diario 

2ª CORINTIOS 1:3-7

“Aflicciones de Pablo

Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación, el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios. Así como abundan en nosotros las aflicciones de Cristo, así abunda también por el mismo Cristo nuestra consolación. Pero si somos atribulados es para vuestra consolación y salvación; o si somos consolados es para vuestra consolación y salvación, la cual se realiza en el sufrir las mismas aflicciones que nosotros también padecemos. Y nuestra esperanza respecto de vosotros es firme, pues sabemos que así como sois compañeros en las aflicciones, también lo sois en la consolación.”

Radamenes era apenas un gatito cuando su dueño lo dejó en un refugio de animales, pensando que estaba demasiado enfermo como para recuperarse. El veterinario lo cuidó hasta que recuperó la salud, y lo adoptó. Ahora, con su presencia cálida y ronroneo tranquilo, el gato pasa sus días «consolando» a otros animales en recuperación.

Esta es una pequeña imagen de lo que nuestro DIOS amoroso hace por nosotros, y de lo que podemos hacer por otros. ÉL nos cuida en nuestras enfermedades y luchas, y nos calma con Su presencia. En 2 Corintios, el apóstol Pablo llama a nuestro DIOS «Padre de misericordias y DIOS de toda consolación» (1:3). Cuando acudimos a ÉL en oración, «nos consuela en todas nuestras tribulaciones» (v. 4).

Sin embargo, el versículo 4 no termina ahí. Pablo, que había experimentado intensos sufrimientos, sigue diciendo: «para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación». Nuestro PADRE nos consuela, y así, nosotros podemos también consolar a otros.

Nuestro compasivo SEÑOR, que sufrió por nosotros, bien puede consolarnos en medio de nuestros sufrimientos y angustias (v. 5). Nos ayuda a atravesar el dolor y nos prepara para hacer lo mismo por los demás.

Alyson Kieda

¿Cuándo experimentaste el consuelo de DIOS durante un tiempo difícil?

¿Cuándo les has ofrecido el consuelo de DIOS a otros?

OREMOS: DIOS, gracias por Tu presencia reconfortante en mi dolor y angustia. En el amor de CRISTO, amén.

Visita nuestra página web en la siguiente dirección:

http://www.meditaciondiaria.org/

 

 


No hay comentarios: