sábado, 28 de agosto de 2021

SINCERIDAD

 


Íntegros,

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Bendiciones,

Enio

Meditación Diaria

SINCERIDAD 

2a CORINTIOS 8:8 "No es que esté dándoles órdenes, sino que quiero probar la sinceridad de su amor en comparación con la dedicación de los demás." 

Tal vez mucho de ustedes ya conocen de donde proviene la palabra “sinceridad”. La recordaremos hoy. Ésta proviene de dos palabras del latín: sin cerus, que significan: “sin cera”. La pregunta, entonces, es: ¿cómo llegó “sin cera” a significar “fiel”?  Una teoría lo explica de la siguiente forma: cuando a un alfarero se le rajaba la vasija que estaba haciendo, la reparaba cubriendo la rajadura con cera. Obviamente, esto se consideraba una falta de talento del alfarero y la pieza perdía pureza. Por tanto, aquella vasija que no tuviera remiendos, es decir, “sin cera”, sería una pieza pura y fidedigna. Estas vasijas que eran perfectas, sin rajaduras emparchadas con cera, llevaban un sello que decía: “sin cera”. Ese sello significaba que el alfarero garantizaba que en esa vasija no había ninguna falla.

Es un gran ejemplo. Lástima que no pueda hacerse realidad en nosotros. Pero, aún así, y a pesar de ser haber sido justificados por la sangre de nuestros Señor JESUCRISTO que nos ha dado el acceso para presentarnos delante de un DIOS Santo y Puro, debemos esforzarnos por ser sinceros y no personas cuyas personalidades están tan rajadas que ya ni se pueden emparchar. Después de todo, nadie quiere ser amigo de alguien que traicione o que no sea sincero.

Todos buscamos que las personas que nos rodean sean sinceras con nosotros; aunque la sinceridad muchas veces puede ser un poco dura, debemos valorizarla y aprender a que por medio de élla llegaremos a ser mejores personas. La verdad es que en una relación donde no hay sinceridad, es una relación que poco a poco se irá desgastando, y lejos de fortalecerse se puede echar a perder. Al ser sinceros, somos honestos con los demás y con nosotros mismos, convirtiéndonos en personas dignas de confianza, por causa de nuestra autenticidad.

No tenemos duda alguna de que JESÚS fue sincero en todo momento. ÉL fue sincero incluso cuando las personas lo rechazaron e insultaron. Fue sincero cada momento de cada día de su vida, cumpliendo con todo lo que era necesario para obtener nuestro perdón y salvación. Para ello, JESÚS, el Hijo sin pecado de DIOS, soportó el castigo y la muerte que nosotros merecíamos.

Cuando miramos a la cruz del Calvario, ¿cómo podemos dudar de Su sinceridad, o de la sinceridad de Sus palabras cuando dijo: "Pero el que quiera hacerse grande entre ustedes deberá ser su servidor, y el que quiera ser el primero deberá ser esclavo de todos. Porque ni aun el Hijo del hombre vino para que le sirvan, sino para servir y para dar su vida en rescate por muchos" (Marcos 10:43b-45). Por ello, cuando veas personas que no han sido o no son sinceras, recuerda a Aquél que sí lo es, y quien espera que tú lo seas también. Haz de cada día, uno de sinceridad.

OREMOS: PADRE Celestial, ayúdanos a que nuestras palabras y acciones sean sinceras, y que en todo lo que digamos y hagamos los demás puedan ver a nuestro Salvador. En Su nombre bendito te lo pedimos, amén.

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