La
solución a tus problemas.
Comparte
esta meditación.
Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
UNA NUBE DE MOSQUITOS
1ª
PEDRO 5:7 “Echad toda vuestra ansiedad sobre Él, porque Él tiene
cuidado
de vosotros”.
El
viejo avión DC-8 se acercaba al aeropuerto de Yakarta, Indonesia. El tiempo
estaba algo tormentoso, pero no ofrecía peligro. El piloto hizo bajar las
ruedas y puso los alerones. Por delante había una densa nube plomiza, pero no
tenía mayor importancia. Sin embargo, no bien el avión entró en esa nube, los
motores se apagaron.
El
piloto, sorprendido, tuvo que hacer aterrizar el avión en plena selva. Los
espesos árboles aminoraron el impacto. El avión, tras unos cuantos saltos,
finalmente se detuvo. Los 142 pasajeros y la tripulación salieron golpeados
pero vivos.
¿Qué
había pasado? La densa nube gris que paró los motores eran miles de millones de
mosquitos. Éstos habían taponado las turbinas, de modo que el avión había
quedado sin fuerza motriz. Un solo mosquito o, incluso, algunos pocos, podrían
ser molestos, y que se pueden matar de un manotazo. En cambio, millones de
mosquitos formando una densa nube negra resultó ser devastador.
Así
son los problemas de la vida. Cuando es uno sólo, no provoca mayor
preocupación. Pero cuando éstos se acumulan en la vida y nos hallamos ofuscados
bajo el peso de ellos, se vuelven una carga onerosa.
Hay
tres clases de problemas: los que nosotros mismos nos causamos con nuestro
comportamiento, los que otros nos causan por la razón que sea, y los que
existen solamente en nuestra imaginación. Y sean cuales sean, y vengan de donde
vengan, cuando se amontonan uno sobre otro en pesada y densa nube, nos
ofuscamos y no hallamos qué hacer.
¿Cuál
será la solución?
Comencemos
pidiéndole a DIOS calma en sincera oración. Es difícil pensar cuando ruge la
tormenta. Luego sentémonos a una mesa o escritorio, y con lápiz y papel en la
mano, comencemos a escribir. Anotemos con detalles cada uno de los problemas.
Lo
primero que notaremos es lo difícil que es pasar al papel el problema. Es
porque, en gran parte, el problema es una reacción emocional y no algo, en sí,
específico. En cuanto nos damos cuenta de eso, el problema empieza a disiparse.
Cuando
terminemos de elaborar la lista, llevemos cada problema a DIOS en oración,
comenzando con el más leve. El apóstol Pedro dice: «Depositen en Él toda ansiedad, porque
El cuida de ustedes» (1 Pedro 5:7). Cuando con calma invocamos la ayuda
divina, las soluciones comienzan a aparecer. Lo que antes era una confusión
tormentosa se convierte en un remanso de paz, todo por acción de CRISTO. ÉL
está esperando que le clamemos para darnos esa paz.
OREMOS:
SEÑOR, porque Tú me ayudas a encontrar las soluciones y me das esa paz que sólo
Tú puedes dar. Gracias por las muestras y pruebas de Tu amor. Gracias SEÑOR. Por
CRISTO JESÚS, amén.
Visita nuestra página web en la siguiente dirección: http://www.meditaciondiaria.org/
No hay comentarios:
Publicar un comentario