Examíname.
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Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
¿SABES CÓMO ESTÁ TU CORAZÓN?
SALMO
139:23,24 “Examíname, oh DIOS, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis pensamientos;
y ve si hay en mí camino de perversidad, y guíame en el camino eterno.”
Todos
tenemos cosas que apreciamos mucho. Algunos pueden estimar objetos materiales,
otros dan mucho valor a relaciones sentimentales y otros valoran actividades o
experiencias. Cualquier cosa que atesoramos está directamente relacionada con
nuestro corazón. O sea, lo que más valor tiene para nosotros es lo que más
cerca está de nuestro corazón.
JESÚS
dijo a sus discípulos:"Donde
esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón." (Mateo 6:21). Si
pudiéramos hacer una foto espiritual a nuestro corazón veríamos allí todas las
cosas a las que damos prioridad en esta vida, aquellas que nos atraen, las que
más valoramos.
En el
corazón hay una gran reserva de posibilidades para hacer bien o mal.
Básicamente, el corazón está lleno de perversidad. Jeremías 17:9 dice: “Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo
conocerá?” Sin embargo, cuando el corazón es purificado puede
revelar el mismo rostro de DIOS, tal y como dijo JESÚS en el Sermón del Monte: “Bienaventurados
los de limpio corazón, porque ellos verán a DIOS.”
¿Qué
podemos hacer para mantener un corazón limpio que agrade a DIOS? La única
manera de lograrlo es alimentándonos día tras día con la Palabra de DIOS. El
salmista afirma en el Salmo
119:11: "En mi corazón
he guardado tus dichos, para no pecar contra ti.”
Cuando
dedicamos un tiempo cada día a leer la Biblia, a meditar en lo que hemos leído,
a orar y a poner en práctica lo aprendido, el ESPÍRITU SANTO usa esta Palabra
para ministrar nuestros corazones, mientras nos va limpiando de todo aquello
que desagrada a nuestro PADRE Celestial. ÉL es el único que puede librarnos de
todos los astutos engaños del enemigo que ensucian el terreno de nuestros
corazones. Por eso en Proverbios
23:26 DIOS nos dice: "Dame, hijo
mío, tu corazón, y miren tus ojos por mis caminos."
El rey
David conocía la importancia de tener un corazón limpio. Por eso, en el pasaje
de hoy, él pide a DIOS que examine su corazón y lo guíe en el camino eterno. De
igual manera, cuando su hijo Salomón fue elegido para sucederle en el trono,
David clamó a DIOS de la siguiente manera: “Da a mi
hijo Salomón corazón perfecto, para que guarde tus mandamientos, tus
testimonios y tus estatutos.” (1
Crónicas 29:19). Después
Salomón escribió en Proverbios
4:23: “Sobre toda cosa
guardada, guarda tu corazón; porque de él mana la vida.”
Nuestra
responsabilidad en todo este proceso es simplemente responder a la iniciativa
de DIOS y decirle: “Examíname, oh DIOS, conoce mi corazón y guíame en el
camino eterno.”
No
permitamos que nuestro orgullo, conocimiento, experiencia, o cualquier otra
cosa, se interponga para dejar de humillarnos delante de DIOS, reconociendo que
le necesitamos cada día más y más.
OREMOS: Amante PADRE Celestial,
te doy gracias porque Tú puedes hacer que mi corazón esté limpio de todo
aquello que impide que yo viva en comunión Contigo. Por favor, examíname y
arranca de mí toda maldad y lléname de Tu santa presencia. Ayúdame a guardar Tu
Palabra en mi corazón y a obedecerla cada día de mi vida. En el nombre y amor de
JESUCRISTO, amén.
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