jueves, 20 de febrero de 2020

ORAR EN EL ESPÍRITU / ESCOGIENDO LA MISERICORDIA

Amigo lector, amiga lectora:
Por razones técnicas no pudimos publicar las Meditaciones del Miércoles 19 y Jueves 20. Con la ayuda de DIOS ya lo podemos hacer. Gracias, Enio

Miércoles 19
Cultivemos el hábito de hablar con el Señor.
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Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
ORAR EN EL ESPÍRITU
Ministerios En Contacto

JUAN 14:16-21 “Yo haré cualquier cosa que en mi nombre ustedes me pidan. 15 »Si ustedes me aman, obedecerán mis mandamientos. 16-17 Y yo le pediré al Padre que les mande otro Defensor, el Espíritu de la verdad, para que esté siempre con ustedes. Los que son del mundo no lo pueden recibir, porque no lo ven ni lo conocen; pero ustedes lo conocen, porque él permanece con ustedes y estará en ustedes.
18 »No los voy a dejar huérfanos; volveré para estar con ustedes. 19 Dentro de poco, los que son del mundo ya no me verán; pero ustedes me verán, y vivirán porque yo vivo. 20 En aquel día, ustedes se darán cuenta de que yo estoy en mi Padre, y ustedes están en mí, y yo en ustedes. 21 El que recibe mis mandamientos y los obedece, demuestra que de veras me ama. Y mi Padre amará al que me ama, y yo también lo amaré 
y me mostraré a él.

Estoy convencido de que, si entendiéramos de verdad lo que sucede durante la oración, invocaríamos al SEÑOR con mayor frecuencia y con mayor confianza. Las oraciones del creyente no son solo palabras; tenemos el ESPÍRITU SANTO, quien se comunica por nosotros y lleva nuestras necesidades al SEÑOR.
El ESPÍRITU SANTO es parte de la Trinidad, así que conoce la mente de DIOS de manera íntima: ¿Quién entre los hombres puede saber lo que hay en el corazón del hombre, sino sólo el espíritu que está dentro del hombre? De la misma manera, solamente el Espíritu de Dios sabe lo que hay en Dios.” (1a Corintios 2:11).
El ESPÍRITU SANTO por ser omnisciente y omnipotente como el PADRE, comprende por completo las circunstancias por las que oramos, incluso lo que no se ve o que nos desconcierta. Además, el ESPÍRITU habita en cada creyente y conoce la mente y el corazón de cada uno de nosotros. Con este pleno conocimiento, el ESPÍRITU SANTO puede llevar a cabo SU tarea de asegurarse de que nuestras peticiones coincidan con los deseos del PADRE. A tal efecto, ÉL habla en nuestro espíritu y abre nuestra mente a las Sagradas Escrituras.
El hecho de que DIOS da su ESPÍRITU a todos los creyentes revela el valor que le da a la comunicación entre ÉL y SUS hijos. Y así, nuestro PADRE Celestial provee el mejor AYUDADOR posible para asegurarnos de que podemos estar en sintonía con SU voluntad; en otras palabras, siendo sabios, pacientes y entregados del todo a ÉL. Pero no tendremos ninguna de esas cualidades a menos que cultivemos el hábito de hablar con el SEÑOR.
Los cristianos no debemos sentirnos culpables por no estar seguros de cómo orar. El ESPÍRITU SANTO que mora en nosotros conoce nuestras necesidades y deseos, así como también la mente y la voluntad del PADRE y los detalles de cada situación. ÉL habla a DIOS a nuestro favor y nos enseña a orar.
OREMOS: Gracias PADRE Celestial porque tu enviaste al ESPÍRITU SANTO para que nos guíe en nuestro crecimiento espiritual y a orar. Gracias por las muestras de TU amor. En el nombre de CRISTO JESÚS, amén.
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Jueves 20

Reflejo el amor de DIOS cuando muestro misericordia.
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Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
ESCOGIENDO LA MISERICORDIA
El Aposento Alto

MIQUEAS 6:8 “¡Ya se te ha declarado lo que es bueno! Ya se te ha dicho lo que de ti espera el Señor: Practicar la justicia, amar la misericordia, y humillarte ante tu DIOS.” (NVI)

A menudo pienso en el significado de Miqueas 6:8. Amo la justicia, pero si la justicia dependiera de mí, pocas personas tendrían una segunda oportunidad. Si a algunos criminales les conceden una dispensa de no asistir a una audiencia por cuestión de estado de salud débil, mi pensar es que se les deben obligar a asistir de todas maneras. Si han causado daño a alguien, entonces quiero que sufran las consecuencias. En esos momentos, me doy cuenta de que mi amor por la justicia es más bien un amor por castigar.
Pero, mientras anhelo que el castigo merecido se realice, ¿estoy «amando la misericordia» como DIOS lo exige? Cuando amamos la misericordia, tenemos la certeza en saber que DIOS es el JUEZ PERFECTO que hará las cosas bien.
Como cristianos, podemos mostrar el amor y la gracia de DIOS a todos extendiendo una segunda oportunidad. «Amar la misericordia», aun cuando es penosamente difícil hacerlo, es una oportunidad para mostrarle a otra persona el amor que DIOS tiene por nosotros.
OREMOS: Misericordioso DIOS, te agradecemos porque eres un DIOS que ofrece segundas oportunidades. Oramos por la fortaleza para hacer lo mismo por las demás personas. En el amor de CRISTO, amén.
Sra.Melissa Tamoo (Nueva Gales del Sur, Australia)
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