El pasado y el futuro.
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Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
VIVE UN
DÍA A LA VEZ
ÉXODO 16:4 "Y el Señor dijo a Moisés: He aquí
yo os haré llover pan del cielo; y el pueblo saldrá, y recogerá diariamente la
porción de un día, para que yo lo pruebe si anda en mi ley, o no."
A través de toda la Biblia, DIOS nos exhorta a
vivir un día a la vez y a disfrutar plenamente de las bendiciones que ÉL tiene
para nosotros en ese día, sin que la preocupación por el próximo día afecte
nuestra paz y nuestro gozo.
En el pasaje de
hoy, DIOS le promete a Moisés que alimentará al pueblo de Israel que se
encontraba cruzando el desierto hacia la tierra prometida, enviándole pan del cielo.
Pero le advierte que cada día deben recoger la porción correspondiente a ese
día y nada más.
Más adelante (Éxodo
16:19) Moisés les recuerda que debían limitarse a recoger estrictamente lo que
habrían de comer cada día y que no dejaran nada para el día siguiente. "Mas éllos no
obedecieron a Moisés, sino que algunos dejaron de ello para otro día, y crió
gusanos, y hedió; y se enojó contra ellos Moisés." (Éxodo 16:20).
Hay una tendencia
en el ser humano a actuar en contra de este concepto divino, quizás porque sentimos
inseguridad por el mañana. Y entonces nos preocupamos excesivamente por el
futuro en lugar de vivir tranquilamente el presente.
Por eso JESÚS, en
el Sermón del Monte, les dijo a todos: "Así que,
no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán.
Basta a cada día su propio mal." (Mateo
6:34). No habla JESÚS en contra de que seamos prudentes y tomemos las
medidas necesarias para estar preparados con el fin de responder a distintas
situaciones del futuro, sino que nos exhorta a no afanarnos, es decir a
no angustiarnos por el mañana antes de saber qué nos traerá el mañana. Si DIOS
nos dice que no nos preocupemos por el mañana es porque ÉL suplirá todas
nuestras necesidades cuando llegue el momento.
Al levantarnos en la mañana debemos dar gracias
a DIOS por el nuevo día, pues sus misericordias son “nuevas cada mañana”, dice
Lamentaciones 3:23.
David solía
levantarse muy temprano a tener un tiempo de comunión con el SEÑOR. En el Salmo
63:1 él escribió: “DIOS,
DIOS mío eres Tú; de madrugada te buscaré; mi alma tiene sed de Tí, mi carne te anhela.”
Cuando creamos el
hábito de tener un tiempo de oración temprano en la mañana, y allí encomendamos
al SEÑOR el nuevo día, y nos ponemos bajo Su dirección y Su cuidado,
encontraremos que todo marchará bien para nosotros, y aún cuando encontremos
dificultades sentiremos la mano de DIOS ayudándonos.
David también
alababa a DIOS cada día. El Salmo 145:2 dice: “Cada día te bendeciré, y alabaré tu
nombre eternamente y para siempre.” Y al acostarse de nuevo acudía a DIOS en oración: “En paz me acostaré, y
asimismo dormiré; porque solo tú, Señor, me haces vivir confiado”, dice
el Salmo 4:8.
Levántate temprano y pasa un tiempo de oración
y lectura de la Biblia. Encomienda a DIOS
ese día antes de comenzar tus actividades diarias.
Durante el día
alaba al SEÑOR, dale gracias por sus bendiciones y actúa tratando de agradarlo
en todo.
Al acostarte, ora dando gracias por el pasado
día y pide al SEÑOR que Su paz te envuelva mientras duermes. Mientras tanto ÉL
estará preparando el día de mañana para tí.
OREMOS: PADRE Santo, te ruego que me ayudes a vivir un día a la vez, Quita de mí toda preocupación por el pasado que ya pasó y por el futuro que pertenece a Tí, y ayúdame a vivir el día de hoy disfrutando de Tus bendiciones. En el nombre de JESÚS, amén.
http://www.meditaciondiaria.org/
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