ESPERANZA EN MEDIO DEL SUFRIMIENTO

Hoy compartiré mi testimonio de la fidelidad de DIOS.

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Bendiciones,

Enio

Meditación Diaria

ESPERANZA EN MEDIO DEL SUFRIMIENTO

**Leer Lamentaciones 3:19-26 (DHH) 

LAMENTACIONES 3:22 “El amor del Señor no tiene fin, ni se han agotado sus bondades.“ (DHH) 

Cuando la biopsia reveló que tenía cáncer en el seno izquierdo, quedé devastada. Sentí que el mundo se venía abajo, no podía parar de llorar. ¿Qué haría ahora? ¿Quién asumiría mis tareas y responsabilidades? ¿Dónde hallaría el dinero para pagar el tratamiento costoso? Cuestionaba al SEÑOR: «¿Por qué a mí?».

Pero DIOS me mostró que nada es imposible. Poco a poco, y por todos lados, llegó ayuda económica al igual que un apoyo tremendo a través de las oraciones. Mi amado esposo permaneció a mi lado siempre y me cuidó durante el difícil período de la quimioterapia y la recuperación. El oncólogo era un médico competente y compasivo. Sobre todo, DIOS me animó día a día a través de la Biblia y las lecturas devocionales.

Han pasado seis años y el médico confirmó que ya no tengo cáncer. A lo largo del proceso de diagnóstico, tratamiento y recuperación experimenté personalmente que DIOS nunca falla. Sus promesas son reales. Al llegar la jubilación, estoy deseosa de descubrir nuevos caminos para servir y contar mi testimonio para inspirar a otras personas.

OREMOS: DIOS, que nos concede alivio, ayúdanos a expresarte gratitud, ofreciendo nuestras vidas para que se cumpla Tu propósito. Utilízanos para Tu gloria. En el amor de CRISTO, amén.

Sra. Bezalie Bautista Uc-Kung  (Ciudad de Quezón, Filipinas)
**Leer Lamentaciones 3:19-26 (DHH)

Recuerdo mi tristeza y soledad, mi amargura y sufrimiento; ²⁰ me pongo a pensar en ello y el ánimo se me viene abajo.

²¹ Pero una cosa quiero tener presente y poner en ella mi esperanza: ²² El amor del Señor no tiene fin, ni se han agotado sus bondades.

²³ Cada mañana se renuevan; ¡qué grande es su fidelidad! ²⁴ Y me digo: ¡El Señor lo es todo para mí; por eso en él confío!

²⁵ El Señor es bueno con los que en él confían, con los que a él recurren. ²⁶ Es mejor esperar en silencio a que el Señor nos ayude.

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