Una gran lección.
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meditación.
Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
MUCHO
CUIDADO CON UNA MENTE OCIOSA
**Leer 2a Samuel 11:1-5
1a CORINTIOS 10:12 “Así que el que piensa
estar firme, mire que no caiga.”
La tentación puede aparecer en nuestras vidas en
cualquier momento, pero con mucha frecuencia llega en situaciones en las que no
hemos prestado la debida atención a nuestros deberes y responsabilidades.
Dice el pasaje bíblico de hoy** que “cuando los reyes acostumbran salir a campaña” el rey David se había quedado en su palacio, mientras
que sus generales y todos los hombres guerreros de Israel habían salido a
combatir a los amonitas. Es decir, que en lugar de estar en el campo de batalla
junto a sus tropas, como era su deber, David había optado por quedarse inactivo
en casa. Fue entonces que el rey, mientras se paseaba por la azotea del
palacio, vio a una hermosa mujer que se estaba bañando, la cual llamó
poderosamente su atención.
Cuando David indagó acerca de aquella hermosa mujer, le
dijeron que era Betsabé, hija de Eliam y esposa de Urías el hitita
Escucha esto David: ¡mujer de Urías, el hitita! ¡Esa
mujer es casada; tiene dueño; tú no tienes por qué interesarte por élla! Pero ¿Qué
hizo entonces David? Dice la Biblia que “David ordenó entonces a unos
mensajeros que se la trajeran, y se acostó con ella, después de lo cual ella
volvió a su casa.”
El rey David ignoró totalmente las señales de alarma y
decidió hacer caso a los deseos de la carne. Le gustó tanto aquella mujer que
la quiso para él, y como tenía el poder para hacerlo, dio rienda suelta a sus
deseos. Y dice el pasaje que “La mujer quedó embarazada, y así se
lo hizo saber a David.”
Pero ese no fue el final de la historia. A partir de ese
momento, David trató por todos los medios de ocultar las consecuencias de su
pecado. Mandó a traer a Urías, el hitia del campo de batalla, pues había
planeado que éste se acostara con su esposa y así atribuir a él el embarazo de
Betsabé. Pero Urías se negó a ir a su casa, sabiendo que sus compañeros estaban
en el campo de batalla.
Finalmente David planeó eliminarlo mandando a que lo
pusieran en la parte de más peligro del combate. Y así murió Urías, el hitita.
Y David manchó sus manos con la sangre de uno de sus más fieles guerreros. Y
después Betsabé dio a luz un niño. Pero dice la Biblia que “al Señor no le agradó lo que David había hecho" (v.27). Y el
niño enfermó gravemente y murió. Y David sufrió mucho a consecuencia de su
pecado.
Desde el momento en que David fijó sus ojos en aquella
mujer desnuda, pensamientos de lujuria empezaron a dar vueltas en su mente
ociosa, y no hubo nada que detuviera este proceso hasta que cayó en pecado, y
después tuvo que sufrir las consecuencias.
Y éste es un principio espiritual que debemos tener
siempre muy presente: “La tentación que se llega a manifestar en pecado siempre
trae malas consecuencias.”
No hay circunstancias más apropiadas para una tentación
que el estar ociosos u ociosas. Una mente que no está ocupada en algo
provechoso es terreno fértil para pensamientos pecaminosos que pueden conducir
al nacimiento de una tentación.
¿Te ha pasado esto alguna vez? Quizás un día no tenías
mucho que hacer y decidiste “pasearte” por el Internet. A lo mejor te quedaste
demasiado tiempo “contemplando” algo en ese “website” en el que, en primer
lugar, nunca debiste haber entrado y pensaste: “Yo tengo suficiente madurez
espiritual, esto a mí no me afecta”.
¡Mucho cuidado! La Biblia dice que “Así que el que
piensa estar firme, mire que no caiga” (1a
Corintios 10:12), así que mejor no confíes demasiado en tus propias fuerzas.
DIOS sabe cuando estamos siendo acechados por una
tentación y, de una forma u otra, nos envía señales para alertarnos del peligro.
La manera en que reaccionemos ante esas señales depende enteramente de
nosotros.
OREMOS: PADRE Santo, yo no quiero hacer nada que sea
desagradable ante Tus ojos. Quiero que mi mente se centre firmemente en Tí pero
lucho cada día por escoger entre lo que es correcto y lo que deseo hacer. Dame
profundas convicciones para vivir de un modo que te honre. Sacúdeme cuando al
procurar recreación o relax me vuelvo descuidado permito que mi mente se
contamine. Te ruego llenes mi mente de Tu Palabra y dame fuerzas para rechazar
todo lo que me atrae que no esté de acuerdo a Tu voluntad. En el nombre de JESÚS,
amén.
**Leer 2a Samuel 11:1-5
11 En cierta ocasión, durante
la primavera, que es cuando los reyes acostumbran salir a campaña, David envió
a Joab y a sus oficiales, con todo el ejército israelita, y destruyeron a los
amonitas y sitiaron la ciudad de Rabá. David, sin embargo, se quedó en
Jerusalén.
2-4 Una tarde, al levantarse
David de su cama y pasearse por la azotea del palacio real, vio desde allí a
una mujer muy hermosa que se estaba bañando. Esta mujer estaba apenas
purificándose de su período de menstruación. David mandó que averiguaran quién
era ella, y le dijeron que era Betsabé, hija de Eliam y esposa de Urías el
hitita. David ordenó entonces a unos mensajeros que se la trajeran, y se acostó
con ella, después de lo cual ella volvió a su casa.
5 La mujer quedó embarazada,
y así se lo hizo saber a David.
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