Riquezas verdaderas y eternas.
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Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
¿QUÉ RIQUEZAS ESTÁS BUSCANDO?
2a CORINTIOS 8:9 ”Ya conocéis la gracia
de nuestro Señor Jesucristo, que por amor a vosotros se hizo pobre, siendo
rico, para que vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos.”
Algunas personas
sueñan con ganarse la tinka, la lotería, el bingo, etc. Creen que si tuviesen
mucho dinero serían felices, que su vida sería una fiesta contínua. Pero la
realidad es muy distinta. Para muchos esas riquezas en lugar de traer felicidad
han traído desgracia.
Hace unos años un
hombre se ganó muchos millones de dólares en la lotería. Su vida cambió
totalmente pero, lamentablemente, fue en dirección negativa, pues todo empezó a
andar mal para él. Tuvo problemas con los hijos, los cuales querían una gran
parte del dinero. Pocos meses después se divorció de su mujer. Quiso entonces
“gozar” de la vida; vivía de fiesta en fiesta y pronto malgastó su fortuna.
Enfermó síquicamente producto del desorden en su vida. Finalmente fue internado
en una clínica siquiátrica y allí murió en total pobreza. La fiesta que obtuvo
gracias a la lotería fue de corta duración y de muy mala calidad.
Quizás tú dirás que
si estuvieras en ese caso tú sabrías administrar mejor el dinero y que
definitivamente las riquezas podrían hacerte feliz. Pero, créelo o no, no hay
ninguna garantía de que ésto suceda. Y aún en el caso de que lo lograras,
puedes tener la seguridad de que estarías disfrutando de una felicidad
incompleta y además temporal.
La Biblia nos habla
de unas riquezas y una felicidad mucho mejores, y garantizadas por el poder y
la fidelidad de DIOS. El pasaje de hoy nos dice que el Señor JESUCRISTO era
rico, pero que por amor a nosotros se hizo pobre, con el fin de que nosotros
fuésemos enriquecidos. Siendo el Hijo de DIOS, dueño de todas las riquezas del
mundo, dejó Su trono celestial, se hizo hombre y vivió en pobreza. Finalmente murió para pagar por nuestros
pecados, y ahora todo aquel que reconoce sus pecados y acepta a CRISTO como
Salvador recibe el perdón divino y la vida eterna. ÉL quiere darnos
riquezas ilimitadas, una herencia en el cielo que no se puede perder y que
nadie puede quitarnos. No hay
comparación con las riquezas que ofrece el mundo.
Ciertamente hay cosas en este mundo que
necesitamos para nuestra subsistencia y la de nuestra familia, y tenemos que
dedicar tiempo y esfuerzo a conseguirlas, pero no debemos hacer de éllas
nuestra prioridad. Nuestro principal enfoque debe ser siempre la búsqueda de
las riquezas eternas por medio de una íntima comunión con el SEÑOR; entonces,
DIOS suplirá todas nuestras necesidades terrenales. Así les dijo JESÚS a Sus
discípulos, refiriéndose a esas cosas: “Mas buscad primeramente el
reino de DIOS y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.” (Mateo 6:33).
Házte el propósito de buscar cada día el rostro
del SEÑOR, ora, lee y medita en Su Palabra, ponla en práctica, establece una
íntima comunión con ÉL y disfrutarás de las verdaderas riquezas: la paz, el
gozo y las preciosas bendiciones que existen sólo en la presencia de DIOS.
OREMOS: PADRE Santo,
dame la sabiduría para distinguir y apartar de mí todas las falsas riquezas que
el mundo ofrece, y concentrarme en la búsqueda de las riquezas que Tú me
ofreces, que son verdaderas y eternas. En el nombre de JESÚS, amén.
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