1a TIMOTEO 6:6-7 "La verdadera sumisión a DIOS es una gran riqueza en sí misma cuando uno está contento con lo que tiene. Después de todo, no trajimos nada cuando vinimos a este mundo ni tampoco podremos llevarnos nada cuando lo dejemos. Pero la piedad es una gran ganancia, cuando va acompañada de contentamiento; porque nada hemos traído a este mundo, y sin duda nada podremos sacar”
DIOS está más interesado en tu carácter que en tu comodidad. ÉL no te dará cosas sin que primero hayas aprendido el principio del contentamiento.
El contentamiento no es falta de ambición. Contentamiento es que tu felicidad no depende de tus circunstancias. ¿Cómo eliminas el descontento? Eliminando la causa: La comparación.
Comparamos todo – el césped, los autos, los esposos y esposas, la ropa, la educación de nuestros hijos (incluso en algunos países ponen una calcomanía en el auto que dice “Mi hijo fue el estudiante del mes”).
Cualquier cosa que compares, se convertirá en descontento. Tienes que aprender a dejar de compararte con los demás. Pablo dice en Filipenses 4:12 ”Sé lo que es vivir en la pobreza, y lo que es vivir en la abundancia. He aprendido a vivir en todas y cada una de las circunstancias, tanto a quedar saciado como a pasar hambre, a tener de sobra como a sufrir escasez.”
El contentamiento no es algo que viene naturalmente; es algo que tienes que aprender. Si hacemos esto, DIOS promete suplir todas nuestras necesidades financieras. Uno de los grandes secretos para aprender a estar contento es darse cuenta que realmente no posees nada. ¡Todo es un préstamo por unos 80, 90 y en algunos casos 100 años! No trajiste nada a este mundo, y tampoco te vas a llevar nada de él. Sólo lo usas mientras estás aquí en esta tierra. Eres el administrador de lo que DIOS te permite tener mientras estás aquí, pero realmente no es tuyo.
La Biblia lo llama mayordomía. Cuando entiendes que tú solo eres un administrador de las bendiciones que DIOS permite en tu vida y mantienes esas bendiciones con las manos abiertas, tú no estarás tenso ni presionado por perderlas.
¿Y qué si pierdes cosas? DIOS puede cerrar un grifo y abrir otro con la misma facilidad. Aprende a estar contento, porque las cosas no perduran para siempre. DIOS está más interesado en tu carácter que en tu comodidad.
OREMOS: Gracias SEÑOR porque todo es tuyo y por todas las cosas que me das para que yo las administre lo mejor posible: Mi salud, mi familia, mi trabajo, mis bienes, mis amigos, mi tiempo, etc. Gracias porque me ayudas a administrarlos bien. Que mis actos sean de Tu agrado. En el nombre y amor de CRISTO, amén.
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